ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
La Junta prepara medidas para eliminar trámites burocráticos
La oposición señala que «las gestiones densas lastran la actividad económica»
El consejero de Hacienda, Administraciones Públicas y Transformación Digital del Gobierno de Castilla- La Mancha, Juan Alfonso Ruiz Molina, avanzó ayer que la futura Ley de Simplificación Administrativa contempla el silecio administrativo positivo e incluso impulsar en algunos casos las tramitaciones por la vía de declaraciones responsables «cuando así lo permita la legislación estatal y europea».
Durante su intervención en el pleno de las Cortes, añadió el hecho de que el Gobierno va a impulsar medidas para «podar la burocracia», al tiempo que se impulsará una administración más personalizada, ayudando del mismo modo a la mejora de habilidades tecnológicas de la población.
Esta administración permitirá a los ciudadanos tener «una carpeta digital propia» para operar en sus trámites, lo que permitirá al Gobierno dar un trato «más personalizado».
Ruiz Molina sacó pecho por el recorrido de su Consejería en los últimos 9 años, con la aprobación de leyes o la modificación de otras ya existentes con esta misma intención. Respecto a los planes de simplificación y reducción de cargas administrativas, resaltó la reducción de documentos o a la supresión de trámites que se consideran innecesarios.
«Hablamos de una tarea que es ardua y compleja porque en la actualidad, dado el nivel de competencia que tiene la Administración regional, estamos ante unos 2.000 procedimientos administrativos. Pero, en cualquier caso, estos planes anuales nos han permitido, desde 2016 a 2023, la simplificación o reducción de 444 trámites administrativos para hacer más fácil la interacción de la ciudadanía», indicó.
La petición de ayudas, la ejecución de fondos europeos o el acceso a políticas de energías renovables son algunos de los ejemplos exhibidos por Ruiz Molina como avances en la región.
Según sus datos, se ha conseguido la eliminación de más de 300.000 documentos contables y su sustitución por apuntes contables electrónicos, lo que ha supuesto reducir en más de la mitad el tiempo que se tarda en gestionar este tipo de expedientes.
Por parte de Vox, el parlamentario Iván Sánchez alertó de lo que considera un «laberinto administrativo» al interlocutar con la administración, poniendo como ejemplo lo que ocurre en el sector primario, con trabajadores que «tienen que lidiar con trabas burocráticas interminables». Lamenta las «largas colas» para una cita con el médico o los «tiempos de espera interminables», sumando la falta de personal sanitario, que «hacen que miles de castellanomanchevos vean peligrar su salud por la ineficiencia del sistema público».
También indicó que el «enorme papeleo, la lentitud y la falta de atención en la gestión de expedientes están dejando desamparados a los mayores», según el diputado guadalajareño.
Un lastre económico
Santiago Serrano, del Partido Popular, destacó que las gestiones administrativas densas en la región «lastran la actividad económica». Por eso pidió una administración que sea «un faro» para sus ciudadanos, para lo cual propone mejores relaciones y que «no solamente exista una simplificación sobre el papel, una simplificación sobre la norma, sino que eso mejore las relaciones de verdad con la ciudadanía».
Propone un segundo eje para fomentar la reactivación de la actividad económica, «porque eso es clave», y «si no hay una administración ágil y eficiente, la actividad económica es inexistente». También un tercer eje encaminado a «mejoras internas en el funcionamiento de la Junta, que también es algo de pura lógica».
Puso como ejemplo en este punto la normativa del Gobierno del PP en Andalucía, «que modifica nada menos que 176 normas, 53 leyes, 95 decretos, 28 órdenes y reducirá en un 90% el número de aplicaciones de la Junta».
El diputado del PSOE Fernando Mora rebatió el último extremo esgrimido por Santiago Serrano, recordándole que en Andalucía, las medidas que ahora defiende «se han tomado por decreto, sin discusión parlamentaria». Aunque «cuesta adaptarse», la administración electrónica es para Mora «infinitamente más rápida que esa de la oficina con el papeleo». Puso como ejemplos de la simplificación que impera en Castilla-La Mancha la instalación de empresas como Meta en Talavera o Puy du Fou en Toledo.