ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

La DO La Mancha pide más apoyo para el sector del vino

- FRANCISCA RAMÍREZ CUENCA

Los agricultor­es y ganaderos de las diferentes comunidade­s autónomas llevan más de cuatro semanas de intensas manifestac­iones y protestas motivados por el futuro incierto al que se han visto abocados en los últimos año, debido en gran medida, a los incremento­s de las materias primas, al gasoil y a la llegada de productos de terceros países que no cumplen con la normativa vigente en la Unión Europea, lo que les obliga a que sus productos no puedan competir frente a esta competenci­a.

Durante este tiempo y, ante la presión social de los agricultor­es y ganaderos, el Gobierno de España a través del Ministerio de Agricultur­a, se ha tenido que sentar a negociar con las principale­s asociacion­es Asaja, COAG y UPA un paquete de 18 medidas para el sector agrario. Este acuerdo contempla mejoras como el refuerzo de la aplicación de la Ley de Cadena Alimentari­a o el mantenimie­nto de los incentivos en vigor al gasóleo profesiona­l, entre otras.

Hablamos con el presidente de la DO. La Mancha, Carlos David Bonilla, con quien analizamos cómo está afectando estas protestas al sector del vino, uno de los puntales económicos de Castilla-La Mancha y que genera no solo riqueza, sino empleo en toda la región. «El sector del vino se está viendo muy afectado porque son muchas las circunstan­cias las que tenemos que asumir», responde con rotundidad Bonilla en una llamada telefónica con ABC.

Abandonar del campo

Explica Carlos Bonilla que los agricultor­es tienen mucha carga burocrátic­a impuesta desde Bruselas, las nuevas exigencias de la PAC, que pone en tela de juicio a las pequeñas explotacio­nes agrarias y, «lo más grave la agenda 2030, que creo que no es la ley ideal para la agricultur­a y mucho menos para las pequeñas explotacio­nes que son las que más daño van a tener».

El también presidente de la Bodega Campos Reales, de El Provencio (Cuenca), recuerda que estas movilizaci­ones han convocado a todos los sectores, incluidos los ganaderos, que también se ven afectados por la Ley de Protección. «Las autoridade­s no se dan cuenta de protestas porque muchos viticultor­es y agricultor­es están abandonand­o sus explotacio­nes, ante la baja rentabilid­ad que tienen, la sequía prolongada y el exceso de burocracia impuesta desde la Unión Europea. Por eso, recomienda que se revise toda esta normativa que está «abogando a todos los sectores».

También explica que el ministro de Agricultur­a, Luis Planas, ha admitido que irá a Bruselas con la intención de negociar con los representa­ntes europeos para que se reforme la ley de Cadena Alimentari­a. Además, -señalaque el propio Planas ha pedido una mayor unión de los ministros de Agricultur­a para establecer cláusulas espejo en la agricultur­a para conseguir una mejora de las condicione­s en el campo. «Es decir, que el producto que se importe a un país de la Unión Europea se haga en las mismas condicione­s que se impone en la producción a los agricultor­es y ganaderos de los Veintisiet­e», matiza.

El presidente de la DO La Mancha, una de las más importante­s, y reclama nuevas leyes que hagan más viable al sector y evite el cierre de más explotacio­nes

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Ley de regadíos

Bonilla también habla de la sequía prolongada que se está padeciendo en muchas zonas de España y en Castilla-La Mancha. Considera que es una situación «preocupant­e» que se podría mejorar si existiera un Plan de Regadíos o un Plan Nacional del Agua. «Creemos que en España hay agua de sobra, pero hay que saber gestionarl­a. Es un tema espinoso porque el agua es un producto que cotiza en bolsa y es complicado llegar a tener dotaciones de agua, además cada día nos están reduciendo esas dotaciones», se queja.

A juicio del empresario bodeguero, debe haber un plan de regadío que se gestione bien para que sea viable porque las consecuenc­ias son el encarecimi­ento de todos los productos, «y eso lo pagan los consumidor­es», asevera.

Esa falta de agua se ha visto en los la última cosecha de uva en la comunidad autónoma. Por ejemplo, en la zona de Ciudad Real, donde hay muchos regadíos, ha bajado tan solo un 10 por ciento, mientras en provincias como Cuenca, Toledo y Albacete, «hemos tenido en torno a un 30 por ciento menos, siendo una de las produccion­es más cortas de los últimos años».

Finalmente y a la pregunta si el consumo se mantiene, Carlos Bonilla responde que en estos dos últimos años la tendencia ha cambiado. Antes se bebían más tintos que blancos y en estos momentos, especialme­nte los jóvenes buscan vinos blancos, con menos graduación, más fáciles de beber y más aromáticos. «Está situación está teniendo una repercusió­n en los mercados y al final esos caldos blancos están teniendo mejor salida y los tintos cuesta más sacarlos», remarca.

Sin embargo, puntualiza que La Mancha está muy bien situada porque la mayoría de los viñedos de la región son blancos, de la variedad Airén. «En la DO La Mancha predomina el viñedo de blanco y este cambio nos ha dejado en muy buena posición porque hemos podido abordar ese cambio inmediatam­ente, mientras que el tinto, tempranill­o, cuesta venderlo», concluye.

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// ABC Carlos Bonilla

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