ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Iberdrola vende en México sus trece centrales de ciclo combinado
Se desprende del 55% del negocio en el país americano, por valor de 5.800 millones de euros
La multinacional eléctrica española Iberdrola cerró ayer la venta de trece centrales de generación de ciclo combinado y un parque eólico en México por 6.200 millones de dólares (unos 5.800 millones de euros), lo que supone la venta del 55% del negocio en el país. Estas plantas tienen una capacidad de 8.539 MW, de los que el 99% corresponde a ciclos combinados de gas y el 87% a plantas que operan bajo el régimen de Productor Independiente de Energía, contratadas con la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Iberdrola informó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el supervisor bursátil español, tras haber obtenido todas las autorizaciones y aprobaciones regulatorias necesaria, cerrando así el acuerdo que firmaron el presidente de la energética, Ignacio Sánchez Galán, y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en abril de 2023.
Tras la venta, Iberdrola conservará en México 15 plantas, toda su actividad con clientes privados y su cartera de proyectos renovables para seguir incrementando sus activos eólicos y solares en el país en los próximos años.
Mantiene más de 6.000 MW
La energética española cuenta en el país norteamericano con una cartera de más de 6.000 MW de proyectos renovables, de los que más de 2.000 MW se desarrollarán en los próximos cinco años, para asegurar energía a sus clientes privados contribuyendo al desarrollo renovable de México, que será imprescindible para el aprovechamiento de la oportunidad que ofrece las alianzas con Estados Unidos. De ellos, 2.000 MW se desarrollarán en los próximos cinco años «para asegurar energía a sus clientes privados y contribuir al desarrollo renovable del país, que será imprescindible para el aprovechamiento de la oportunidad que ofrecen las alianzas con EE. UU.», señala la compañía.
En cuanto a los más de 460 empleados de estas instalaciones, estos también pasarán a formar parte del fideicomiso liderado y gestionado por MIP (México Infrastructure Partners).
La operación cerrada ayer cuenta con el apoyo financiero del Fondo Nacional de Infraestructura de México (Fonadin), de otras entidades financieras públicas vinculadas al Gobierno de México y de bancos privados.
Al anunciar la adquisición el 4 de abril del pasado año, el presidente López Obrador consideró esta operación como una «nueva nacionalización», ya que el sector público tendría el 54% de la generación eléctrica en el país. Sin embargo, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) impuso el pasado 8 de febrero, al menos, seis condiciones para concretar la compra de esas 13 plantas por el Ejecutivo mexicano, especialmente que puedan operar de forma independiente de la CFE, la empresa eléctrica estatal.