ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
«Ni me siento peor piloto ni creo realmente en la justicia»
Pol Espargaró El piloto afronta una nueva temporada como comentarista tras quedarse sin moto después de diez años
La vida de Pol Espargaró (Granollers, 32 años) se ha movido siempre entre poles, podios, decepciones, victorias y caídas. La última, en marzo, –fractura de mandíbula, rotas vértebras y costillas–, le impidió lograr los objetivos. Y en MotoGP significa quedarse sin sitio en la parrilla. Recuperado «casi al cien por cien», y después de diez años en la élite, se adapta a su nuevo rol: probador en KTM y de estreno como comentarista del Mundial en DAZN. Aunque espera no perder el «fuego en la mirada» del piloto que aún lleva dentro.
—¿Cómo afronta esta nueva etapa?
—Con muchas ganas. Toda etapa nueva es excitante. No estoy acostumbrado a esto, y creo que va a ser divertido.
—¿Le han dado consejos Pedrosa y Lorenzo que ya llevan un tiempo?
—Sí, con Dani estuve en la pretemporada y alguna cosa sí, pero al final es experiencia e ir adaptándose.
—¿Sin plaza uno se cree peor piloto?
—No. No es lo que esperas, ni lo que quieres. Tras meditarlo y hablarlo con el equipo tomamos esta decisión porque físicamente no estaba bien y por eso y por muchas otras cosas los resultados no salían. Hay que intentar evolucionar y cuando una cosa no funciona hay que sacarle el máximo rendimiento. Lo que más me importa a mí es ser útil, ser capaz de dar respuesta a las necesidades que tiene mi fábrica. Dejando pasar a un talento como Pedro Acosta en la fábrica, todo cobra más sentido.
—¿Se ha sido injusto con usted?
—Yo no creo realmente en la justicia. Las cosas pasan y a veces no entiendes por qué. Hay que ir adaptándose a ellas de la mejor manera. Yo no quería esa lesión y vino en un mal momento. Y una vez te ha pasado, intentar reinventarse, mirar para adelante y buscar otros proyectos que te llenen igual o más.
—¿Sufrió algo de vértigo?
—Sí, sí, sí. Si te dijera lo contrario mentiría. Son más de 15 años viajando por el mundo y haciendo lo mismo: levantarme, entrenar e intentar ser mejor piloto. Ahora mantengo el mismo estilo de vida más o menos porque tendré que hacer algunas carreras y como piloto de pruebas no puedes dejarte. Tienes que estar al máximo nivel porque todo lo que hagas tiene luego una recompensa en las carreras para otros pilotos y la fábrica. Pero en lo psicológico, en cuanto al estrés, cambia muchísimo.
—¿En 2025 espera estar en la parrilla?
—No es algo que espere. Creo que es algo que tiene que venir de las dos partes, por mucho que yo lo desee o lo quiera, si la fábrica cree que eso no es pertinente y que mi trabajo es mejor en el equipo de pruebas que en el equipo de fábrica para competir, pues ahí estaré.
—Ha pasado por varios equipos. Además de diferencias de motos, ¿también la hay de presión?
—Sí, hay momentos y momentos. En MotoGP, de los dos años de contrato, el primero es transitorio y no se te pide mucho, pero en el segundo tienes que sacar resultados y tienes que ser el mejor de la fábrica. Aquí, un mal año te lleva a casa. Cumplir resultados, generar expectativas para seguir un año más, eso es increíble en cuanto a presión. Y yo he estado diez años. Por eso si me lo hubieran dicho antes de empezar, lo hubiera firmado sin duda.
—¿Honda es el top de presión?
—Cuando llegas a un punto ya no hay más o menos, siempre es el máximo.
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