ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
El PP asevera que el nuevo impuesto del Agua de Page es «una medida antisocial»
El portavoz regional y diputado autonómico del PP en las Cortes de Castilla-La Mancha, Santiago Serrano, manifestó ayer que el nuevo impuesto del Agua de Page es «una medida antisocial y discriminatoria que ya va en el ADN del PSOE de la región».
Así lo afirmó en la comparecencia previa a la Comisión de Asuntos Generales de las Cortes regionales, donde Serrano hizo hincapié en que la ley de acompañamiento a los presupuestos que se va a abordar en la comisión, «no es una ley de a c o mpañamiento porque sale tres meses después y porque no recoge medidas exclusivamente presupuestarias», si no que «por la puerta de atrás» modifica una quincena de leyes y decretos en cuestiones que, en muchos casos, no tiene nada que ver con los presupuestos.
En ese sentido, Serrano hizo referencia a una de las modificaciones principales como es «la nueva imposición del anterior canon del agua. Este nuevo tributo que impone Page en Castilla-La Mancha afecta de manera directa a la vida de todos los castellanomanchegos asfixiándolos aún más con esa voracidad recaudatoria del Gobierno de García-Page», aseguró.
“Es un tributo propio de la comunidad autónoma con el que Page pretende meter la mano en el bolsillo de todos los castellanomanchegos de manera indiscriminada. Una subida desproporcionada que va en el ADN del PSOE de Page y una medida especialmente inoportuna porque hay que recordar la situación económica por la que están pasando las familias de Castilla-La Mancha cuando somos una de las comunidades con mayor inflación».
Esa «Ley de Aguas», según Serrano, persigue aumentar la presión fiscal. Por un lado, se crea un nuevo impuesto al agua, el llamado ahora Canon Medioambiental o Directiva Marco del Agua y, por otro lado, se aumentan dos tasas existentes, tanto el Canon de Aducción, como el de Depuración.
Además, destacó que esa ley «no resuelve los problemas del agua, ni medioambientales en nuestra tierra solo va a crear un efecto frontera frente a comunidades como Madrid que no la impone así que perderemos más competitividad».