San Juan de los Reyes acogerá el domingo un concierto por las víctimas del 11M

La concejala de Cultura y Patrimonio en Toledo, Ana Pérez, presentó ayer el concierto de Nereydas y el Coro de la Comunidad de Madrid en homenaje a las víctimas del 11 de Marzo, junto al director de Nereydas, Ulises Illán. Un evento musical que será gratuito y tendrá lugar este domingo a las 20.30 horas, en la iglesia del Monasterio de San Juan de los Reyes en Toledo.

Esta iniciativa recupera el Réquiem de Niccolò Jommelli (17141774) en conmemoración del 250 aniversario de la muerte del compositor napolitano e incluirá también la obra ‘Da pacem Domine’ de Arvo Pärt (1935), dedicada al recuerdo de las víctimas de los atentados del 11M, de los que ahora se cumple el veinte aniversario.

Pérez destacó la belleza de este concierto «para honrar la memoria de las víctimas de atentado del 11M, que ha marcado nuestra historia reciente y del que se cumplen ahora veinte años», con un concierto a cargo de dos formaciones musicales «con un prestigio nacional e internacional muy importante», que van a poder disfrutar los toledanos.

Por su parte, Ulises Illán agradeció a la ciudad de Toledo la invitación «para compartir este concierto, que también se va a celebrar precisamente el 11 de marzo en Madrid», como «un abrazo cívico de Toledo a todas esas víctimas de los atentados y a todos los que han sufrido el dolor y la pérdida», también en esta ciudad, «a través de algo tan bello como la música que vamos a escuchar en este concierto».

La obra de Niccolò Jommelli, la ‘Missa pro defunctis’ es un réquiem católico compuesta en 1756 para las exequias de la duquesa María Augusta de Württemberg. «Elogiada por su emotividad y sorprendente belleza», esta obra fue después interpretada en funerales y honras fúnebres de figuras destacadas como el escultor Canova, los músicos Gluck y Rossini y el rey Luis XV. Sin embargo, con el «éxito arrollador» del Réquiem de Mozart, cayó en el olvido.

Mientras, ‘Da pacem Domine’, obra del compositor contemporáneo Arvo Pärt (1935) fue terminada en 2004, días después del atentado, y se considera que es una dedicatoria directa a las víctimas. Además, se puede considerar como una plegaria universal por la paz de la Humanidad, que expresa la firme creencia de que Dios es la «única y verdadera protección, especialmente en tiempos agitados».