ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
CONFLICTO EN LAS CORTES GENERALES Los letrados del Congreso respaldan a los del Senado contra la amnistía
En la Cámara Baja se entiende que este informe, muy crítico con la ley, es el que debía haber hecho Fernando Galindo La adhesión se expresa de puertas para dentro porque «hay miedo a pronunciarse sobre esto en público»
El movimiento de cajas entre la Carrera de San Jerónimo, sede del Congreso, y la Plaza de la Marina, donde se ubica el Senado, ha sido constante en los últimos meses. Desde que Francina Armengol y la mayoría socialista en la Mesa de la Cámara Baja nombraran letrado mayor a Fernando Galindo en noviembre del año pasado, el intercambio de cromos en el cuerpo de juristas de las Cortes ha sido continuo. Alrededor de una docena de ellos han pasado de una cámara a la otra, incluida Sara Sieira –nueva letrada mayor del Senado– con el consiguiente recelo en los diferentes equipos. De ahí que la prudenciase haya instalado en la órbita de los letrados, que a su habitual discreción han sumado un extra de cautela tras hacerse público el informe de la Secretaría General del Senado, que denuncia una clara inconstitucionalidad de la ley de amnistía.
Cuesta encontrar una reacción entre los letrados de una de las cámaras, pero una vez que aparece una grieta, la visión que se tiene desde dentro es clara. «Subscribo al cien por cien lo que dice el Senado. Y muchos de mis compañeros también lo hacen», explica a ABC uno de los juristas del Congreso. La conversación se mantiene en el anonimato porque «hay miedo a pronunciarse», reconoce, en referencia a las posibles represalias de la Secretaría General dirigida por Fernando Galindo. El actual letrado mayor, de pasado socialista –era subsecretario de gabinete de Isabel Rodríguez en el ministerio de Política Territorial– fue el autor del informe de admisión a trámite elaborado por el Congreso para dar entrada a la proposición de amnistía impulsada por el Gobierno.
Un dictamen laxo, que fue muy criticado dentro de la propia cámara. Tanto, que la mayoría de los letrados se desmarcaron de él, evitando poner su firma y rechazando su contenido. Una división que contrasta con lo que ha ocurrido en el Senado, donde el informe realizado por el equipo de Sieira ha ido acompañado de la firma de todos los miembros de su equipo, además del visto bueno del resto de juristas de la Cámara Alta. Apoyo al que se unen en privado muchos de sus compañeros de la Carrera de San Jerónimo. «Es el informe que nos hubiera gustado que se realizara aquí», explica otra fuente cercana al cuerpo adscrito al Congreso. «No es un capricho de los letrados. Están obligados a analizar el fondo y la forma de las proposiciones. Y en este caso se trata de un escrito muy completo y muy bien argumentado. El de aquí –por el elaborado por Galindo– es un informe descriptivo, que se limita a exponer una situación. Recurre a lo palmario, que es una manera de salirse por la tangente. Decir que algo es palmario es como decir que alguien es alto o bajo. Son expresiones que posponen la solución del problema, que aplazan la respuesta», apunta.
Intercambio de cromos
En los despachos de los letrados del Congreso no se habla del nuevo informe «por prudencia». «El que manda tiene muchas posibilidades de control y lo que hay es mucha cautela. Hay algunos que opinan que la ley es constitucional y que apoyan incluso el primer informe, pero son los menos», explican las fuentes consultadas.
Esos que estarían del lado de Galindo son los juristas que el secretario general se trajo desde el Senado cuando aterrizó en el sillón. Media docena de fieles en los que se apoya para sus decisiones. El mayor desembarco se produjo la semana del 30 de enero, cuando la Mesa aprobó cinco de esos nuevos nombramientos. Justo dos semanas después de que Pedro Rollán formalizara la llegada de Sara Sieira como letrada mayor del Senado.
La nueva secretaria general de la Cámara Alta no tiene vínculos políticos conocidos y de ahí que el dictamen elaborado en los últimos días tenga más valor. Al menos en el mundo jurídico. «Algunos están lanzando el mensaje de que este informe lo han hecho letrados del Partido Popular y no es así. Ni Sara Sieira ni ninguna de las letradas adjuntas a la Secretaría General del Senado –Paloma Martínez e Isabel Abellán– tienen vinculaciones con ningún partido. Es un equipo muy profesional. Galindo está mucho más implicado políticamente que ellas», afirma una de las fuentes consultadas.
Además de quedar señalado por esa vinculación evidente con el PSOE, el nuevo informe elaborado por el Senado, que critica el fondo y la forma de la ley de amnistía, ha dejado en mal lugar a Fernando Galindo. «Está señalado, como todos y cada uno de los altos funcionarios que pierden su dignidad apoyando lo inaceptable». La frase es de otro de los letrados del Congreso que prefiere mantener su anonimato, pero que desvela una fractura evidente.
Errores en la tramitación
Los juristas de la Cámara Baja consultados elogian el informe del Senado, que desvela varias debilidades de la amnistía que podrían hacerla descarrilar en el Tribunal Constitucional (TC). «Pone de manifiesto los defectos de la ley, tanto desde el punto de vista procedimental como material. Sobre esto último, se puede decir muchas cosas, pero la más importante es que la amnistía no está prevista en la Constitución como una ley orgánica. Las leyes orgánicas son solamente las que la Constitución dice que deben serlo. El carácter orgánico de la ley lo da la Carta Magna, no el legislador. Parece
El dictamen del Senado está avalado por una gran mayoría de sus expertos jurídicos, al contrario que el del Congreso