ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Pendientes de la lluvia, el Casco Histórico acogerá tres procesiones
Desde las 20,30 hasta las tres de la madrugada saldrán en sus desfiles la Virgen del Amparo, el Cristo de la Vega y el Cristo de la Expiración
El Jueves Santo es el día del precepto nuevo, el día de la despedida de Betania, el día del Cenáculo, del lavatorio de pies a los apóstoles en la Última Cena, de la primera comunión. Día de la institución del sacerdocio y del mandato nuevo !Jueves Santo¡ uno de los dos jueves que todavía brillan más que el sol en Toledo .
Poco después de las 17,00 horas los tañidos bulliciosos de los bronces de la torre primada anunciarán a los toledanos que van a comenzar los oficios del Triduo Santo en los que se reviven la Pasión, Muerte y Resurrección del Hijo de Dios.
A las 18,00 horas, en que Jesús celebro la Última Cena con sus apóstoles, saldrá de la sacristía catedralicia la procesión solemne hasta el altar mayor. Abrirá el cortejo la cruz catedralicia, seguida por los seminaristas, cabildo y arzobispo de Toledo y primado de España, Francisco Cerro, mientras el coro entona salmos acompañados por las notas del órgano. Esta Misa de la Cena del Señor tiene la solemnidad, majestuosidad y magnificencia con que se celebran los cultos en la maravilla de arte, relicario de tradición y de historia y monumento de genio de raza que constituye el templo primado. Durante la eucaristía, el prelado lavará los pies a doce pobres, previamente elegidos de una entidad benéfica de la ciudad y se trasladará solemnemente el Santísimo Sacramento al monumento, que desde hace años se arma en la capilla de San Pedro. Los canónigos harán turnos de vela hasta la finalización de la hora santa, que comenzará a las 23,00 horas y predicara Sebastián Villalobos Zaragoza, canónigo primado. Esta hora santa fue instituida en la Semana Santa de 1928 por el cardenal Segura.
Virgen del Amparo
La procesión de la Congregación de la Santa Vera Cruz salía de la iglesia de Santa Eulalia a principios del siglo XVI. En 1549 la Congregación trasladó su sede canónica al convento del Carmen, desde donde estuvo saliendo hasta que el convento fue destruido durante la Guerra de la Independencia. Los pasos que desfilaban se depositaron en la parroquia de Santa María Magdalena, partiendo de ella la procesión hasta 1935, pues en 1936 fueron destruidos en la Guerra Civil. Después de la contienda, se organiza la procesión con diferentes pasos hasta que el 2 de abril de 1953 se encargó de su organización la cofradía de Nuestra Señora del Amparo, nacida bajo la protección de la Fábrica Nacional de Armas. Desde entonces el desfile procesional ha tenido esplendor y brillantez, gracias al esfuerzo, dedicación y trabajo de las diferentes juntas directivas y los varios centenares que, para armar la procesión, tienen que trasladar los pasos a la catedral desde iglesias diferentes.
Hoy, a las 20,30 horas, saldrá de la catedral primada formada por los siguientes pasos: La Oración en el Huerto, que desde hace unos años es portado a hombros, y es obra del escultor toledano Martín de Vidales, que cada año se encarga de adornarle con plantas aromáticas de los cerros toledanos. Comenzó a salir en 1973.
También saldrá el Cristo Amarrado a la Columna, talla anónima del siglo XVII, del convento de las religiosas agustinas de la Inmaculada Concepción, popularmente ‘gaitanas’.
Otro paso es el de Jesús Nazareno de la hermandad diocesana de sacerdotes, con sede en la parroquia de Santo Tomé, que irá portado en unas preciosas andas que inauguró el Martes Santo de 1928.
También el Cristo de la Agonía, espléndida talla del siglo XVI, de autor anónimo, que pertenece a la parroquia de San Nicolás y está guardado a lo largo del año en el museo de Santa Cruz. Desfila en unas andas de madera repujada que tiene labrados en la esquinas los escudos de las principales armas del ejército.
Por último, Nuestra Señora del Amparo, que es portada a hombros en un trono de madera, con palio y faldones, con los escudos de Toledo y anagramas de la cofradía y de la Fábrica Nacional de Armas.
Esta procesión realizará el itinerario será el que viene recorriendo desde 1965: puerta Llana, Cardenal Cisneros, plaza del Ayuntamiento, Hombre de Palo, Comercio, plaza de Zocodover, cuesta de Carlos V, plazas de Horno de los Bizcochos y de la Magdalena, Tornerías, plaza Mayor, Sixto Ramón Parro, Cardenal Cisneros y entrar en la catedral por la puerta Llana.
La cofradía tuvo primero su sede canónica en la preciosa capilla de edificio Sabatini de la hoy Universidad de Castilla-La Mancha, después en la parroquia de Santa María Magdalena y a partir de 1994 en la parroquia de San Ildefonso del barrio de Santa Teresa.
Cristo de la Vega
La puerta Llana del templo primado se abrirá en el primer minuto del Viernes Santo y por ella saldrá el Cristo de la Vega, portado en andas con un peso de ochocientos kilos que cargarán veinte cofrades de ambos sexos, mientras la banda de tambores y cornetas de la cofradía del Cristo del brazo derecho descolgado interpreta las notas del himno nacional. Luego, en la plaza del Ayuntamiento, se producirán unos momentos cargados de emoción, cuando la capilla musical del Seminario Mayor, desde la lonja de la puerta del Perdón o de Reyes de la catedral primada le cantan un motete en presencia de una multitud de personas en la plaza del Ayuntamiento y Arco de Palacio, desde donde se puede ver, al ponerse en macha la procesión, la perfecta organización de los centenares de cofrades, luciendo sus túnicas color granate con capuz y escapulario blanco, bordado con una corona de espina y tres clavos.
El cortejo seguirá por Hombre de Palo, Comercio, cuesta de Belén Plata, Alfileritos, cuesta de los Carmelitas, (donde los costales tendrán dificultades, que vencen cada año con pericia, dado el desnivel y estrechez de
la cuesta), plaza de los Carmelitas, don- de este año por diferentes circunstancias no se producirá el encuentro con la Virgen del Carmen que salía de la iglesia conventual carmelita, y seguirá por cobertizo y plaza de Santo Domingo el Real, donde en la puerta del monasterio del mismo nombre el coro de los Caballeros Penitentes de Cristo Redentor, con su imagen, dedican el canto del Miserere al Cristo más universal de Toledo, en unos minutos de silencio impresionante y fervoroso.
El acto penitencial continuará por Buzones, plaza de la Merced, Real, puerta del Cambrón y bajada de la Cava, lugar que supone los momentos más difíciles y problemáticos del desfile procesional para los costaleros, que tendrán que luchar con la inclinación de la calzada y sus cerradas curvas, pero lo harán despacio venciendo con extremada lentitud las curvas, bajo la experta dirección de su capataz. Se empleará cerca de media hora en llegar al paseo de la Basílica y entrar de ella después de más de cuatro horas recorriendo las calles toledanas.
Los cofrades volverán a la basílica para honrar y rezar al Santísimo Cristo de las leyendas durante los famosos ‘Reviernes’, que se celebran los siete viernes comprendidos entre la Pascua de Resurrección y la de Pentecostés. Esta procesión salió el Viernes Santo de 1967, haciendo diferentes recorridos hasta que en 2001 comenzó realizar el itinerario que hemos explicado.
Cristo de la Expiración
A las tres de la madrugada saldrá de la iglesia conventual del monasterio de Santo Domingo el Antiguo el Cristo de la Expiración, suspirando en el hábito tenue de la brisa de la madrugada... !Señor y Dios mío! ¡Qué largo se nos hace tu Calvario, qué empinada tu cuesta, qué lóbregos los cobertizos, qué duros los guijarros y adoquines, qué soledad de estrellas, qué ausencia de golondrinas en la madrugada de abril. ¡Qué larga la agonía del Señor representada admirablemente en esta imagen trágica, sin policromar, con el color de la madera.!
El Cristo de la Expiración salía por primera vez el 18 de abril de 1930 de la iglesia conventual de las religiosas capuchinas a las 3,30 horas de la madrugada. Lo hacía sobre unas sencillas andas, acompañados por unos sesenta cofrades de su cofradía fundada ese mismo año. En la puerta de la iglesia capuchina se rezó la primera estación del Vía Crucis que dirigió el capellán de la cofradía Emiliano Segura, hermano del cardenal Segura. Entre un impresionante y sobrecogedor silencio, roto por el rezo de las estaciones del Vía Crucis y los cánticos piadosos bajo la dirección del organista de la catedral Sáez de Ibarra, se hizo el recorrido y las estaciones fueron leídas en las puertas de iglesias y conventos. La severidad y la austeridad han hecho que la procesión sea conocida por la ‘del Silencio’.
En 2008 las monjas capuchinas dejaron su convento y llegaron unas religiosas carmelitas, que no quisieron que la cofradía tuviese su sede canónica en el convento, por lo que la esplendorosa copia del Cristo de la Expiración y la sede de la cofradía fue trasladada, de acuerdo con las religiosas cistercienses, al monasterio de Santo Domingo el Antiguo. La imagen del Cristo que regaló a las capuchinas el cardenal Pascual de Aragón quedó en una capilla del convento capuchino, al lado derecho del altar. Va a realizar el siguiente recorrido: plaza de Santo Domingo el Antiguo, San Ildefonso, Aljibes, plaza de Santo Domingo el Real, cobertizo de Santo domingo el Real, plaza y cuesta de Carmelitas, plaza de San Vicente, Alfonso X el Sabio, plaza Padre Juan de Mariana , San Roman , Esteban Illán, Tendillas,San Ildefonso y por la plaza de Santo Domingo el Antiguo a su sede canónica.