ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

Nuestra Señora de la Soledad preside hoy la procesión del Santo Entierro

Antes de los desfiles procesiona­les, las seis de la tarde el arzobispo presidirá en la catedral la misa de la Pasión del Señor

- S. DORADO/S. RUIZ TOLEDO

El Viernes Santo es el día culminante de la pasión y muerte de Jesucristo, el día también de la redención del género humano. La liturgia de la Palabra del día se basa en el misterio de la pasión y muerte del Señor. Es el día del gran luto para la Iglesia católica. Dia para adorar. La catedral primada, que cerró sus puertas después de la hora santa, se despierta con el canto de Laudes, que presidirá el arzobispo primado, Francisco Cerro.

Es un precioso acto con los salmos cantados por los seminarist­as y los canónigos desde el esplendoro­so coro y meditación sobre la liturgia del día, entre el regocijo y admiración de los turistas y la presencia fervorosa de algún devoto. Por la mañana, numerosas personas cumplirán la ancestral tradición de visitar siete monumentos instalados en iglesias parroquial­es y conventual­es para orar ante el

Santísimo Sacramento guardado en preciosos sagrarios. Los monumentos de los conventos contienen una honda emoción mística que no tienen más nota inquieta que el parpadeo de las llamas de las velas o cirios que se mueven con sutil unción religiosa ante la policromía discreta de las flores votivas y el lujo de la platas de los floreros, galas metálicas tranvertid­as en devoción religiosa y expiratori­a.

A las 11,00 horas, en el Seminario Mayor, se predicará el Sermón de las Siete Palabras que Jesús pronunció en la cruz. Era el sermón más importante de estos días santos que le predicaron los más elocuentes oradores de la catedral: Frutos y Valiente. Manterola, Cruz Ochoa y el cardenal Pedro Segura y Sáenz. Se desarrolla­ba de las 14,00 a las 15,00 horas desde uno de los pulpitos de la capilla mayor, sin descanso. En 1956 dejó de predicarse hasta que en 2005 el cardenal primado le restauró teniendo como lugar de celebració­n la plaza del Ayuntamien­to, con interrupci­ones para cantar sal

A partir de las siete y media de la tarde salen a calle numerosos pasos que recorrerán las principale­s calles del Casco Histórico

mos. Desde aquel año ha tenido sede en distintas parroquias de la ciudad .

A las 18,00 horas, con el anuncio de los sonidos del matracón de la torre primada, que lanza desde hace unos años sus tableteos al firmamento, los fieles acudirán a la celebració­n de la Pasión del Señor, que oficiará el prelado primado, concelebra­ndo con el Cabildo catedralic­io. La acción litúrgica tiene tres partes: lecturas y plegarias y canto de la pasión, según San Juan, la adoración de la Santa Cruz y la distribuci­ón de la Eucaristía.

Procesión del Santo Entierro

La procesión del Santo Entierro es la más importante de la Semana Santa toledana. La organiza desde el siglo XVI la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, cuando tenía su sede canónica en el convento de la Merced o de Santa Catalina, de los mercedario­s, primero de la orden que hubo en España, fundado en 1380 por fray Pedro de Valencia, más tarde San Pedro Pascual ubicado en los terrenos que en nuestros días ocupa el edificio de la Diputación Provincial.

Salía en procesión el Viernes Santo con cerca de dos mil cofrades llegando a la catedral para hacer estación de penitencia, y algunos años entraba en los patios del palacio arzobispal.

Por las diferencia­s que tuvieron los cofrades y monjes del convento, el 22 de abril de 1666 la imagen de Nuestra Señora fue trasladada a la iglesia de Santas Justa y Rufina, donde recibe adoración y culto en nuestro tiempo, a pesar de un intento de devolver al convento a la imagen que tuvieron los monjes y algunos cofrades, cuando estuviese en la procesión del Viernes Santo, 2 de abril de 1694. Conocidas las intencione­s por el cardenal primado Luis Manuel Fernández-Portocarre­ro, ordenó al Tribunal Eclesiásti­co que acudiese a la procesión para evitarlo, conminando con la excomunión a los que lo intentasen. En 1686 se encargaron las armaduras que todavía hoy escoltan a la Santísima Virgen.

A finales del XVIII comienzan a participar el Descendimi­ento y el Santo Sepulcro. Los tres pasos han desfilado en la procesión hasta nuestros días. En 1905 la procesión sale por la noche con los pasos de Jesús Nazareno de la hermandad de sacerdotes, Descendimi­ento, Virgen de las Angustias, Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad.

Estas imágenes estuvieron saliendo varios años cambiando alguno al Nazareno por un Calvario. El 6 de abril de 1928 se celebró el desfile procesiona­l más importante hasta antes de la Guerra Civil. Participar­on las imágenes de Jesús Nazareno de San Lucas, Cristo de la Caída, hoy Cristo Redentor, Santísimo Cristo de la Expiración, Descendimi­ento, Virgen de las Angustias, Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad. El cardenal primado Pedro Segura llegó a la iglesia mozárabe de Santa Justa acompañado del Capítulo de Caballeros de Santo Sepulcro, que participab­an por primera. En 1940 el Santísimo Cristo de Paz y Caridad de Santa Justa se unió a los pasos tradiciona­les desde 1905.

En 1946 era el Santísimo Cristo del Calvario el que se agregaba, con la novedad de que la procesión entró en la catedral después de muchos años sin hacerlo. Durante unos años solo salieron los pasos tradiciona­les y en 1951 se incorporó el Cristo de la Cruz de la iglesia de Santo Tomé, que participó hasta 1956. Al año siguiente, hasta 1964, participó el Santísimo Cristo de la Victoria de la cofradía de excombatie­ntes, que fue sustituido por el Santísimo Cristo del Calvario en 1965 y que ya no dejó de desfilar. La Hermandad de Caballeros y Damas Mozárabes con el Lignum Crucis salía por primera vez en 1976. Nota destacada fue la presencia de 1975 a 1980 el Descendimi­ento y la Virgen de las Angustias, por la situación económica de la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, que era la que se encargaba de sacarlos en la procesión, y por último el Santísimo Cristo de la Misericord­ia se incorporó en 1990.

Las cofradías y capítulos que desfilarán esta noche serán: la Cofradía del

Santísimo Cristo del Calvario, Nuestra Señora del Rosario y este año desfilaré el Cristo sentado y atado a la columna, que ya participó entre 2000 a 2002. Partirán de la iglesia de El Salvador a las 20,00 horas, para incorporar­se y ser cabeza de la procesión en Hombre de Palo. Las imágenes serán portadas en preciosas carrozas.

A las 19,30 saldrá de la iglesia de Santa Leocadia la cofradía del Santísimo Cristo de la Misericord­ia y María Santísima de la Caridad, que después de saludar a las religiosas del monasterio Santo Domingo el Antiguo y salvar con pericia las escaleras de Padilla se incorporar­án al cortejo en Hombre de Palo. Las imágenes van portadas por cofrades de ambos sexos.

El núcleo principal de la procesión iniciará su recorrido, como lo hace de siglos, a las 20 horas de la iglesia mozárabe de Santa Justa y Rufina, iniciando el desfile el Descendimi­ento, portado en andas desde 1981 por jóvenes cofrades que se sienten orgullosos de portar el paso más difícil de llevar por las dificultad­es que presenta.

En un precioso trono desfilará Nuestra Señora de las Angustias luciendo un magnífico manto bordado por sus cofrades y escoltada por una escuadra de bomberos de la ciudad que son su guardia de honor. Su cofradía la custodia desde 1988.

El Capítulo de Caballeros del Santo Sepulcro portará en carroza de caoba flaqueada por las tallas de los cuatro evangelist­a al Cristo yacente en su sepulcro.

La hermandad de Caballeros y Damas Mozárabes de Nuestra Señora de la Esperanza portarán la reliquia Santo Lignum Crucis, que va montada sobre andas con faldones con la cruz de la hermana. Se complement­a con varales artesanale­s que soportan el palio. No saldrá de Santas Justa y Rufina y lo hará de la iglesia de Santa Eulalia a las 19,30 horas, uniéndose al cortejo en su lugar correspond­iente en Hombre de Palo.

Cerrando la procesión, escoltada por las armaduras del siglo XVII, en carroza de madera de pino luciendo esmaltes del maestro Carrillo, irá Nuestra Señora de la Soledad, hermosa en su dolor y en su soledad. Con un rostro tan bello, tan toledano que es un prodigioso ‘Stabat Mater’, hecho talla impar.

El itinerario que realizará es el mismo desde 1974: Santa Justa, Plata, Plaza de San Vicente, Cardenal Lorenzana, Navarro Ledesma, Nuncio Viejo, Hombre de Palo, Comercio, Zocodover, Silleria , Cadenas a la iglesia de las mártires sevillanas. Hasta 1974 regresaba por Alfilerito­s, San Vicente y Plata.

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// ABC Paso de la procesión por el pórtico de la catedral hacia Arco de Palacio
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