ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Una guerra enquistada
FERNANDO
DE LA GUARDIA
EL sueño de una rápida victoria de Vladímir Putin gracias a sus poderosos medios ofensivos es cosa del pasado. Occidente ha jugado un papel fundamental con respecto a la ayuda proporcionada a Ucrania a lo largo de los dos años de invasión rusa al país vecino, pero el escenario actual apunta a que esta guerra feroz e injusta se va a eternizar con un alto coste de pérdidas humanas, destrucción del territorio, etc. El mundo asiste con una gran tristeza al segundo aniversario del conflicto que ha tenido los peores augurios para Kiev y Europa.
El liderazgo de Volodímir Zelenski no pasa por sus mejores momentos después de que comience a flaquear la ayuda exterior a Kiev. Se enfrenta a una clara oposición interna después del relevo de cúpula militar). El ejército y los ciudadanos están soportando el conflicto y están dispuestos a seguir haciéndolo, solo piden a Estados Unidos y a Europa que sigan suministrando armas avanzadas, munición y ayuda financiera. Esta nueva carrera armamentística que Rusia está imponiendo al mundo y la agresión a Ucrania ha provocado el despertar de la UE en su conjunto.
El estancamiento y el desgaste producido por la guerra tras los dos últimos años ha debilitado el consenso europeo. Y el apoyo a Ucrania comienza a tambalearse ante la posibilidad de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca donde en reiteradas ocasiones se ha manifestado contra la Alianza, declarando «que no solo está en juego el futuro de Ucrania sino también la propia seguridad colectiva». Si es reelegido los riesgos de unidad de Europa serán sustanciales.
El futuro de Ucrania depende de un hilo. Para ello la Comisión Europea ha previsto un ambicioso paquete económico y militar dotado de 1.200 millones de euros para reforzar la industria de defensa europea y también a los estados miembros ante las tensiones provocadas por la actitud del régimen ruso. Europa debe ponerse en guardia y rearmarse ante las últimas amenazas de Putin. En este contexto Macron, en recientes declaraciones en París, afirmó la posibilidad de enviar tropas al frente de Ucrania que fue descartada de inmediato por sus socios comunitarios.
La búsqueda de una solución a esta guerra absurda y cruel forma parte de todos los países involucrados. Occidente debería, antes de que sea demasiado tarde, llegar a un final negociado. Una guerra cuyo responsable único es Rusia unido al fracaso del dialogo entre las dos grandes potencia los EE.UU. y Rusia. La entrada en la OTAN de Finlandia y Suecia puede ser el detonante para que el frente oriental de la Alianza se vuelva a sentar a dialogar con Rusia. El enfoque de Occidente hacia la guerra es un «absoluto fracaso» según el primer ministro eslovaco Robert Fico. La UE debería tomar su propia estrategia de paz.
Rusia no puede ganar esta brutal guerra. Las dudas políticas aumentan e incluso la esperanza de Kiev. La apertura de las negociaciones de adhesión a la UE se retrasa y se complica. Son momentos difíciles para Zelenski. En palabras de Maryna Mykhainko, diplomática y embajadora en Portugal: «Lo que está en juego no es sólo la integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas, sino nuestra existencia como nación».