ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Aragonès busca su espacio entre Puigdemont e Illa y les reta a un debate a tres
El ‘president’ asegura que solo ERC habla de Cataluña y no de listas electorales
El presidente de la Generalitat de Cataluña y candidato de ERC a las elecciones del 12M criticó ayer a Carles Puigdemont y Salvador Illa porque, en su opinión, «solo hablan de sus cabezas de lista» y, para demostrar que él habla de Cataluña, a deferencia de estos, les retó a un debate.
«El PSC y Junts sólo hablan de sus cabezas de lista, mientras que nosotros hablamos del país», dijo Pere Aragonès durante una entrevista al diario ‘Ara’ recogida por Ep. El presidente autonómico limitó el debate a tres al señalar que son los candidatos que ahora representan a «los grupos más importantes del Parlament».
Sobre el expresidente de la Generalitat, fugado de la Justicia y que tiene el sur de Francia como base de operaciones electoral, Aragonès apuntó que le gustaría saber su opinión al respecto de los apartamentos turísticos, la conexión con el Ebro y el macroproyecto del Hard Rock. Y añadió que su vuelta «dependerá de la aplicación de la ley de amnistía» y no de los resultados electorales del 12M.
«Con Carles Puigdemont tendremos la oportunidad de hablar y confrontar propuestas. Más allá del nombre de una persona, que respeto mucho, me interesa lo que se propone para Cataluña», añadió.
El PSC, lo que diga el PSOE
Y sobre el líder del PSC, el candidato de ERC indicó que desconoce su propuesta de financiación para la Generalitat: «Lo único que sabemos del PSC es que hará lo que diga el PSOE». Una dependencia del PSOE que, a su modo de ver, también se ha dado con la amnistía pues Illa ha cambiado de opinión porque «han cambiado las necesidades de Sánchez».
una cesión permanente de la soberanía nacional hacia el Estado autonómico. Si eso se hace con criterios de lealtad, de supresión del gasto político, de ahondar en las necesidades de los españoles, perfecto. Pero no ha ocurrido así.
—Ha hablado de «gravísimos problemas» del País Vasco. ¿Cuáles son?
—El principal ahora mismo, la seguridad. El problema de seguridad, lo mismo que en otras autonomías, viene dado porque no hay una regeneración, un relevo generacional, y alguien, en algunos casos de manera torticera, ha decidido que esa falta de relevo generacional se puede suplir con una inmigración masiva, descontrolada e incompatible. Otro problema es el mito construido en torno a la eficacia de gestión del PNV. Y luego, lógicamente, la imposición lingüística. Después, las imposiciones de Bruselas, aceptadas por todos los partidos salvo Vox, como la Agenda 2030.
—ETA desapareció hace más de una década, ¿pero está asegurada la convivencia? ¿Se pasearía por el País Vasco con una bandera de España?
—ETA no ha desaparecido. ETA ha cesado su actividad armada, pero sabemos donde está: ETA está en las instituciones y ese es nuestro grave problema. Tengo mucha familia en San Sebastián y pasearse con una bandera de España por San Sebastián no es una gran idea. Y si no es una gran idea, es porque algo falla.
—El PSOE dijo no a los indultos y no a la amnistía. ¿Habrá referéndum?
—Los antecedentes nos dicen que el PSOE es un partido desleal con España. Ha ido cediendo en todo, haciendo cosas que nos han helado la sangre, como le dijo una vez la madre de Joseba Pagazaurtundúa a Patxi López.
—¿Pedro Sánchez pactará un referéndum en Cataluña?
—Pactará lo que haga falta pactar, su ambición no tiene medida. Es una ambición ciega. Pactará y nos colará una especie de consulta y el problema es que esas consultas serán absolutamente inconstitucionales y, por tanto, ilegales. Estoy convencido de que hará algo que nos volverá a helar la sangre.
—¿Se podrá parar la amnistía?
—Confío todavía. Confío en que el sistema de contrapesos, y no me estoy refiriendo en España, sino también en Europa, va a conseguir frenar en parte esta posibilidad de borrar el delito. El delito no se puede borrar. Lo que hicieron en 2017, y aun antes, es de extraordinaria gravedad. Sigo confiando en España, en los españoles y creo que hay posibilidades. Esas posibilidades pasan por que el PP se dé cuenta de que tiene que hacer algo más.
—¿Qué más puede hacer el PP?
—Dijimos que podía plantear un conflicto institucional. No ha querido plantearlo en unos términos en los que era posible no tramitar la ley de amnistía. Fíjese si era posible que el PSOE votó en contra de tramitar, por otros motivos que desde luego ellos saben, y nosotros también hubiésemos votado en contra de esa tramitación. El PP tiene que darse cuenta de que no tiene que esperar siempre hasta el último momento. La reacción tiene que ser anterior, en defensa, sin ningún tipo de complejos, del orden constitucional.
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