ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
«Si Colombia borra a los carangas del galeón sería colonización»
Tata Reinaldo Quispe Navarro La reclamación a Colombia incluye una petición de reconciliación de los indígenas con España
Hace unos días, ABC daba la noticia de que varios pueblos originarios de la región de Potosí se enfrentarán a Colombia por los planes de excavación del galeón San José. El gobierno de Gustavo Petro ha armado un proyecto que genera dudas en la comunidad científica colombiana e internacional por la falta de transparencia sobre la intervención concreta que va hacerse, además, de inmediato, en los primeros días de abril. No han contado con España en la elaboración del proyecto que el expresidente Juan Manuel Santos ya dijo que «es de los colombianos para los colombianos».
Los killakas, los chichas y los carangas, de momento, se han plantado. Alzan la voz contra el olvido de su historia, que también está entre los restos del galeón y han encargado a un abogado español, José María Lancho, que haga oír su voz ante la Unesco y los Gobiernos de Madrid y Bogotá.
Los Carangas son uno de los pueblos más íntimamente vinculados con la extracción de metales en el Cerro Rico de Potosí durante siglos. Y su visión es que cualquier intervención en el galeón debe servir como memoria de sus antepasados. La historia no puede cambiarse, pero borrarles de un plumazo sería para ellos «un nuevo acto de colonización».
Habla Tata Reinaldo Quispe Navarro. Nos saluda en aimara, en quechua y también con palabras fraternales, en castellano: «Hermano, muy buenos días. Te estoy hablando desde la nación Carangas Potosí, desde las faldas del Cerro Rico, desde cerca de la histórica población de Cantumarca, que pertenece a la nación Carangas».
—¿Cómo se sienten con lo del galeón San José en Colombia?
—Hay muchos aspectos. Sabemos que las riquezas extraídas de las entrañas del gran Cerro Rico, o para nosotros el Sumaq Urqu, han sido llevadas en grandes buques, en grandes galeones hacia España. Fueron extraídas por nuestros abuelos, tal vez en una época en la que se trabajó de esa manera, ¿no? Pero para nosotros es el conocimiento de que existen muchísimos buques hundidos, lo que nos lleva a reclamar una parte de esa porción de historia que corresponde a los carangas, a los killakas, a los chichas, a los lipes, a los soras, a los lupacas, a los cara-caras. Estamos en disposición de recuperar esa historia para nuestros hijos, para que sepan cómo nuestra raza ha sobrevivido. Tal vez algunos son medio mestizos pero otros somos totalmente originarios.
—La historia no la podemos cambiar pero, ¿borrarla es para usted una nueva injusticia?
—Sería como repetir la historia. Exigimos participar, y tener voz y voto en las decisiones tanto de este galeón como de otros que se hundieran con riquezas extraídas aquí, por nuestros abuelos.
—Si Colombia les borra del galeón San José, ¿dirían que parece que hay un paralelismo con la colonización?
—Exactamente. Pero repetido en esta época. En los cabildos, hay ancianos, algunos centenarios, y hay líderes que cuentan que desde 1513, cuando se juntó el colonialismo y el pueblo originario ha habido ese tipo de resultado. No queremos que esto se repita de nuevo, más bien mantengamos la paz entre las cuarenta naciones originarias y los hermanos españoles. Que no se olvide, pero hallemos un camino para la reconcilia
—El museo, además, si pudiera hacerse, permitiría algunas oportunidades de desarrollo y turismo a sus pueblos.
—Potosí fue la segunda ciudad más poblada del mundo. Hoy somos la última ciudad en hacerse atender en educación, saludo, turismo. Ni cobertura móvil tenemos. El hecho de que haya un museo sería un poco de ayuda en todos los sentidos, para vivir mejor. Vivimos en condiciones precarias. No hemos avanzado nada desde que los españoles se fueron. Explotados, el gobierno nos utiliza como escaleras. Quisiéramos tener un recurso que podamos administrar. Hay muchos restos arqueológicos acá y muchas piedras valiosas que podríamos incluir en ese museo.
—He oído a mucha gente del arte y la cultura que habla en nombre de los pueblos originarios en los países desarrollados, pero escucharle es algo diferente. Querría darle la oportunidad de enviar un mensaje al ministro de Cultura español.
—Le insistiría en que por la hermandad de nuestros pueblos tendríamos que trabajar juntos. Recuperar nuestra cultura no ha sido fácil. Nuestros saberes, bibliotecas, la medicina y la astronomía ancestrales de nuestras naciones se han perdido en su mayor parte. Debemos buscar un mejor mañana para todos y para eso debemos conocer mejor el ayer.
Después de la independencia «Desde 1825 han seguido humillándonos. Nada queda para nosotros más que sufrimiento, deserción o migración»