ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

El oro no reluce para todas

- LAURA MARTA MADRID

Con dificultad­es y obstáculos desde siempre, las mujeres deportista­s españolas no han parado de derribar muros para hacerse con los podios. En los últimos tiempos, Londres 2012, por ejemplo, supuso una eclosión de lo que se veía que llegaría: títulos de todas las categorías, en cualquier disciplina, en individual y en colectivo. En este pasado 2023, con la consecució­n de la Copa del Mundo, el fútbol ha entrado de golpe y de lleno en la ecuación. El 20 de agosto confluyero­n el oro mundial en 20 kilómetros marcha de María Pérez y el también título mundial de las futbolista­s. Los medios, en general, se decantaron por la hazaña de Sídney. La atleta reivindica­ba entonces su espacio: «Nos merecemos un respeto, hemos vuelto a ser dos oros. El domingo yo fui campeona del mundo y el sábado Álvaro fue campeón del mundo, pero el domingo fueron 24 campeonas del mundo, porque las del fútbol ganaron, y aunque el beso de Rubiales se ha hecho muy viral [...] hemos tenido que volver a hacer lo mismo que hicimos sábado y domingo para que la gente nos quiera». Para algunos la llegada de los éxitos femeninos en el fútbol es sin duda otro empujón para impulsar aún más a todas las deportista­s; otras voces sugieren que quizá su aterrizaje repercuta en menos espacio para las demás modalidade­s, como ya pasó con el deporte masculino en los 90.

Las Federacion­es de baloncesto y triatlón lo tienen claro: con el éxito de unas ganan todas. «Elisa Aguilar –presidenta de la de Baloncesto– ha repetido en varias ocasiones que el auge del fútbol femenino (y de cualquier otro deporte) beneficia a todo el ecosistema deportivo. Además –señalan fuentes federativa­s–, por licencias y por títulos, nos parece que el baloncesto femenino tiene una dimensión que hace que no tenga que medirse con nadie». La de Triatlón sigue esa misma línea y observa que, a medio y largo plazo, el auge de las futbolista­s repercutir­á para bien en muchas otras deportista­s.

La de Montaña y Escalada reconoce que desde hace un tiempo hay más inclinació­n por el deporte femenino emenino que por el masculino. Y defiendeen­de que todo lo que suponga visibilida­ddad y valorar a unas deportista­s, de e la disciplina que sea, empuja a a todo el colectivo. «Las marr cas están más conciencia­das y es más fácil abordarlas. Son on consciente­s de que el deporte te femenino, en general, ahora tieiene casi más visibilida­d que elel masculino. En alpinismo ha resultado mucho más fácil enconontra­r patrocinad­or para el equiquipo femenino que para el mascusculi­no. Sólo querían patrocinar­las rlas a ellas porque saben que tienen nen más visibilida­d que los chicoscos», cuentan a este periódico.

Todo pasa por el fútbol ol

Sin embargo, hay voces y datosos que señalan que el fútbol sí se ha llevado parte del pastel que se repartía partía entre todas las disciplina­s femenimeni­nas. El fútbol sala, por ejemplo,plo, se ha quedado en medio, señalanan Ana Sevilla Luján y Patricia González Mota en una entrevista con este periódico: «Es verdad que la apuesta en estos últimos años por el fútbol sala ha sido grandísima, sobre todo económicam­ente, que necesitába­mos mucha ayuda. Pero claro, no somos ni fútbol femenino ni fútbol sala masculino… estamos un poco en manos de nadie». Laura Ester, jugadora de waterpolo con dos platas olímpicas en un inmenso palmarés, expresaba también un cierto malestar de que ahora, como antes, el deporte que lo copa todo sea el fútbol. «Sí que sientes un poco de frustració­n y da rabia que sólo se esté

¿’Boom’ o zancadilla? El recelo del deporte femenino ante el esplendor mediático de las futbolista­s. A la discrimina­ción tradiciona­l que sienten con los varones, creen sumar otra paralela con sus pares del balompié

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hablando de ellas porque no son las únicas que han ganado torneos, y creo que muchas más se lo merecen. Muchos deportes llevamos luchando años para que se nos reconozca. Y ahora parece que el deporte femenino es solo fútbol», decía a ABC el pasado marzo.

Para Mar Mas, presidenta de la Asociación para Mujeres en el Deporte Profesiona­l (AMDP), el problema está en la futbolizac­ión. «Todo pasa por el fútbol. Y esperamos que el fútbol sea el que tire del resto del deporte femenino, pero el problema del Consejo Superior de Deportes es que parece que todo lo demás tiene menos interés. ¿Por qué no se ha dado este impulso en el rugby? Es una pena que con tantas mujeres ganando tanto en tantos deportes, el CSD no ponga más foco en los que considera minoritari­os, o eso dicen, porque hay muchos que, por número de licencias, todavía están por encima del fútbol. Hay un montón de medallista­s que apenas las conoce nadie fuera del circuito». Aunque en el último año se ha notado la influencia de la Copa del Mundo en el número de licencias en el fútbol, y se espera que alcancen las 100.000, hasta 2022 (últimos datos publicados por el CSD) este contaba con 87.827 licenciada­s, por las 130.644 que suma el baloncesto, líder indiscutib­le desde hace años.

Visibilida­d, Visib clave

En cuanto cu nuevo a visibilida­d, cuño. Aspecto las futbolista­s clave por también se han ganado su espacio en medios tradiciona­les y de totodo lo que aporta después en formma de patrocinio­s, becas y ayudas ececonómic­as. Clara Sainz de Barandada, investigad­ora en la Universida­dad Carlos III de Madrid y experta en mujeres, deporte y medios de comcomunic­ación, aporta: «El fútbol sigusigue siendo el deporte con más informform­aciones; pero en el femenino hay un cambio de tendencia en la prenprensa tradiciona­l, donde las deportista­tistas recibían una cobertura más marmargina­l en los deportes de equipo y en el caso del fútbol las noticias eran anecanecdó­ticas. La tendencia empieza en la temporada 2016-17, con la irrupciónc­ión ded la llamada Liga Iberdrola, por cuesticues­tiones de patrocinio. La inyección de capital,cap a través de esponsor, repercutec­ute ene la visibiliza­ción con una inversións­ión ene los medios para su cobertura y, postposter­iormente, la retransmis­ión de los partidospa­r por cadenas públicas y privadas,vadas, lo que ha provocado que su coberturab­ertura mediática aumente considerab­lemenbleme­nte y se consolide en los medios tradicitra­dicionales».

PPero, por los datos recogidos en sus estudios, la experta apunta a un problema: «La mayor cobertura del fútbol femenino ha sido a costa del resto de deportes, por lo que los datos actuales constatan una infrarrepr­esentación de las mujeres en la mayoría de las disciplina­s deportivas, especialme­nte si se contrastan con datos de los éxitos internacio­nales de las deportista­s y equipos femeninos que se han conseguido». De 1979 a 2010, la representa­ción del fútbol femenino en los medios tuvo una «Se lo han ganado, pero otras también y ahora parece que el deporte femenino es sólo fútbol»

Laura Ester Jugadora de waterpolo

Clara Sainz de Baranda Investigad­ora de Medios UC3M

«La mayor cobertura del fútbol femenino ha sido a costa del resto de deportes»

Mar Mas Presidenta de la AMDP

«Es una pena que, con tantas mujeres ganando en tantos deportes, esperemos que el fútbol sea el que tire de todos»

Chema Lamirán Experto en marketing deportivo

«Se trata de hacer más grande la tarta, no de repartir la que hay. Pero para eso hay que creerse el deporte femenino» media de 0,16 % de las informacio­nes deportivas; en 2017 el porcentaje sube a un 2,96 %, manteniénd­ose en un 2,21 en la década 2011-2021. El resto de deportes apenas se mueve, de un 2,32 % en 1979 a un 2,37 % en 2010. Las cifras de 2011 a 2021 sí recogen los triunfos femeninos que se han cosechado en los últimos tiempos, con una media de 8,22 %, que denota el lento crecimient­o de la visibilida­d. En el estudio de Sainz de Baranda, con 4.380 noticias de televisión de 2011 a 2021, más del 50 % correspond­en al fútbol, 9 % al baloncesto y 5 % al tenis. Pero en cuanto a las noticias específica­s de mujeres, es natación la que se lleva más atención, seguida del atletismo. Hasta ahora.

Esto ha cambiado en este pasado 2023. El análisis realizado por Apple Tree y Rebold refleja el aumento generaliza­do de la presencia del deporte femenino en los medios de comunicaci­ón, pasando de un 14 % en 2021 a un 22 % en 2022 y con salto hasta el 29 % en 2023. Y, además, la investigac­ión resalta el puntal que supuso el Mundial de Fútbol conquistad­o por la selección nacional. Y la visibilida­d es clave por varios motivos. El primero, precisamen­te, para aumentar el número de niñas que se apunten a jugar al fútbol, a que se anulen ciertos estigmas en este y en cualquier otro deporte, y, también, para generar en activos todo el esfuerzo que tanto futbolista­s como deportista­s de cualquier disciplina dejan en el tartán.

Para Chema Lamirán, CEO de Digital Media Sports, la cuestión es clara: «Se trata de hacer más grande la tarta, no de repartir lo que hay. Es un momento muy bueno, pero la apuesta tiene que ser real, que se crean de verdad a las deportista­s. Algunas acciones son por postureo o porque es lo que toca y queda bien y así no se crece. Por ejemplo, espero que no se pierda esa vuelta que se dan las deportista­s, y también las futbolista­s, para firmar autógrafos y hacerse fotos con las niñas y niños. Así es como se crece, se conciencia y se genera una estructura deportiva social consistent­e». Para Pablo de Villota, experto en marketing deportivo y patrocinio­s, puede haber cierto recelo de otras deportista­s porque ven los focos hacia un deporte mientras que no se pueden sostener ligas profesiona­les en otros deportes. Además, señala: «Después de ganar un Mundial, debería pegar un pelotazo que sirviera de acicate para que otras disciplina­s, como rugby, gimnasia rítmica, hockey... subieran. La realidad es que no ha despegado en la medida en la que debería haberlo hecho. Se debe empezar por los cimientos».

Falta profesiona­lización

Por eso, tanto Lamirán como Mas y De Villota apuntan a la profesiona­lización de los que gestionan el deporte. «No crea afición solo el fútbol, y todos los deportes pueden generar dinero. Se puede hacer atractivo si inviertes bien en él. Hay que poner gente competente atcn para sacar un mayor rendimient­o. Y que el 50 % entre hombres y mujeres sea efectivo, sobre todo si hay concesione­s públicas», comenta Mas. «Los clubes quieren enseguida patrocinio­s, que ingreses, pero la marca demanda una visibilida­d. Tienes que afrontar el deporte femenino con convicción, apuesta fuerte por qué y cómo debemos comunicar», añade Lamirán, que también es director del Máster de Marketing Digital de la Universida­d Europea de Valencia.

Por el momento, la Federación de Triatlón no ha observado que las marcas que estaban vinculadas con las triatletas hayan desapareci­do en favor del fútbol. Pero De Villota advierte de un detalle que se ejemplific­a en datos. Según el estudio citado de Apple Tree y Rebold, «la excepciona­l repercusió­n [de la final de la Copa del Mundo de fútbol] fue impulsada por un incidente extradepor­tivo que llegó a eclipsar por momentos el logro de la selección española de fútbol. Los cuatro días posteriore­s a dicho incidente se registró un 146 % más de visibilida­d que el mismo periodo precedente». Determinan­te para las marcas y su apuesta. «Hay que tener un enorme cuidado con lo que se patrocina por temas de riesgos reputacion­ales o de que algo se haga viral y se salga perjudicad­o. Todas las empresas son hipercauta­s con cualquier cosa que pueda generar polémica y ese aspecto de la final pudo ser negativo para el fútbol femenino. No debería haber sido así y seguro que se aprende de esta situación». Por el bien de todas.

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Carolina Marín, campeona del All England, en marzo
La selección de fútbol sala, con su tercera Eurocopa
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