ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Los socios regionales de Maduro retirarán su apoyo si no permite elecciones libres
Petro y Lula se pronuncian contra el estilo antidemocrático de su aliado ideológico
El presidente Nicolás Maduro no esperaba que sus socios latinoamericanos le cuestionaran el carácter fraudulento y totalitario de las elecciones presidenciales, convocadas de manera anticipada del 28 de julio. Tampoco que amenazaran con retirarle su apoyo y reconocer su segunda reelección en caso de que no permita la inscripción de Corina Yoris, nominada por la inhabilitada María Corina Machado, para participar en la carrera electoral.
De manera inusual, el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva y el colombiano Gustavo Petro, aliados de Maduro, se han pronunciado contra el estilo antidemocrático del mandatario venezolano, quien sigue los pasos del ruso Vladímir Putin, para perpetuarse en el poder. Y desde el mismo lado del espectro político, también se han manifestado en contra el chileno Gabriel Boric y el expresidente uruguayo José ‘Pepe’ Mujica.
Los socios de la izquierda latinoamericana, que llegaron al poder de manera legítima, están tomando distancia del mandatario venezolano por su mal ejemplo en la región, porque no les conviene secundar a un vecino que salta la línea roja en cada momento, dicen los analistas.
Obligados a desconocer
En las redes sociales ha trascendido que los gobiernos de Brasil y Colombia se han comunicado con Maduro y le han informado que, de no respetar los Acuerdos de Barbados, se verán en la obligación de no reconocerlo como presidente si resulta ganador en los próximos comicios. Las conversaciones se han mantenido por separado para que el régimen abra el sistema electoral y permita inscribirse a las ‘Corinas’; de lo contrario, «no reconocerían su reelección fraudulenta».
El aislamiento regional e internacional al que se enfrentaría el Gobierno de Maduro es fuerte y podría traerle problemas y conflictos en su Administración.
«La inhabilitación de María Corina es, indudablemente, un golpe antidemocrático», dice Gustavo Petro