ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Israel eleva la alerta ante un Irán herido por el bombardeo en Damasco
Miles de personas conmemoran el Día de Jerusalén en Teherán, marcado por la muerte de siete altos cargos de la Guardia Revolucionaria El comandante en jefe de este cuerpo, Hossein Salami, dejó claro que estas muertes «no quedarán sin respuesta»
« Pronto rezaremos en Jerusalén: l a tormenta está llegando » , fue el titular elegido por el diario iraní ‘Tehran Times’ para el Día de Al Quds. Miles de personas se echaron a las calles de diferentes ciudades de Irán en esta jornada de solidaridad con Palestina que se celebra cada año, que estuvo marcada por la llamada a la venganza tras la muerte de siete altos cargos de la Guardia Revolucionaria en Damasco por un ataque de Israel. El comandante en jefe de este cuerpo, Hossein Salami, dejó claro que estas muertes «no quedarán sin respuesta», pero no aportó detalle alguno sobre esa respuesta.
El Estado judío, que ni admite ni niega ser el autor del ataque contra el consulado iraní en Damasco del lunes, reaccionó elevando el nivel de alerta, aunque nunca ha recibido un ataque directo lanzado desde la República Islámica.
Nivel de alerta máximo
El Día de Al Quds (nombre de Jerusalén en árabe) coincide con el último viernes de ramadán y todas las miradas estuvieron puestas en la Explanada de las mezquitas y la cúpula negra de Al Aqsa en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Decenas de miles de palestinos pudieron celebrar la oración principal del día que discurrió en medio de una calma tensa entre fuertes medidas de seguridad y restricciones al acceso de fieles. El ramadán de 2024 será recordado por haber transcurrido durante la guerra en Gaza en la que ya han muerto 33.000 personas, la mayoría mujeres y niños.
Israel elevó el nivel de alerta para esta jornada, cerró algunas de sus embajadas, interrumpió las señales de GPS en el centro del país como parte de los esfuerzos para «neutralizar algunas amenazas», llamó a los reservistas de la defensa aérea a sus puestos y canceló los permisos a las tropas de combate. Estas medidas, acompañadas de un discurso del jefe de la Dirección de Inteligencia Militar, general Aharon Haliva, sobre que «no es seguro que lo peor haya quedado atrás, tenemos días complejos por delante», aumentaron la ansiedad en una población en estado de ‘shock’ desde el 7 de octubre.
Hamás sorprendió a Israel con un golpe atroz que dejó 1.200 muertos y el efecto psicológico en los israelíes ha sido fuerte porque han visto que el súper sistema de seguridad levantado durante décadas es vulnerable. El portavoz del ejército, Daniel Hagari, tuvo que intervenir para rebajar la sensación de ataque inminente y pidió a la población en un mensaje colgado en X que «no es necesario comprar generadores, almacenar comida o sacar dinero de los cajeros».
Israel se enfrenta a más presión in
ternacional tras la muerte de siete empleados de World Central Kitchen (WCK) en un «trágico error» del ejército. La investigación de los militares «no tiene credibilidad» para la organización del chef español José Andrés y voces críticas con Benjamín Netanyahu enmarcaron la alerta por la amenaza de Irán en un intento por desviar la atención.
El primer ministro no quiso desaprovechar el momento y declaró en la apertura de la reunión del gabinete de guerra que «Irán ha estado actuando contra nosotros durante años, directamente y a través de aliados. Y, por lo tanto, Israel actúa contra Irán y sus aliados de manera defensiva y ofensiva (…) Sabremos defendernos y actuaremos según un principio simple: que aquellos que nos hagan daño o planeen hacernos daño, nosotros los haremos».
Retórica medida
Tras el golpe en Damasco, ahora la pelota está en el tejado de los iraníes. Pese a clamar venganza y al estruendo de los gritos de «¡muerte a Estados Unidos!» y «muerte a Israel!» en el centro de Teherán, reporteros de BBC Persian como Siavash Ardalan consideraron que «la retórica» de la jornada de Al Quds en la capital de Irán «fue mesurada, atenuada y diseñada para reducir las expectativas en lo que respecta a un ataque de represalia contra Israel». Esta opinión la compartió en X Arash Azizi, autor de libros como ‘ What Iranians Want’, quien escribió que «el principio eterno es cierto: Jamenei no quiere ir a la guerra porque sabe que puede ser su final».
Las manifestación anti Israel se han convertido en algo que tiene incluso ya un toque de folclórico por parte de los seguidores del régimen, pero no registran una participación masiva de iraníes.
La llamada a la venganza que resonó en Teherán se extendió a Líbano donde el líder de Hizbolá, Hasan Nasrala, calificó el ataque israelí contra el consulado de Damasco de «punto de inflexión». La milicia chií mantiene el pulso diario con las tropas israelíes en la frontera, pero respeta una zona de acción y no golpea en el interior de Israel.
Sanaa también fue escenario de una gran marcha de Al Quds y los hutíes se erigen como una de las grandes bazas que podría jugar Teherán para responder a las muertes de sus militares en Siria, una baza que día a día gana peso dentro del llamado ‘eje de la resistencia’.
Israel interrumpió las señales de GPS en el centro del país para «neutralizar algunas amenazas»
Críticos de Netanyahu creen que con esta alerta quiere desviar la atención sobre el ataque al WCK