ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Eslovaquia se vuelca del lado de Putin dando la victoria al candidato prorruso
El final del recuento, en la segunda vuelta de las presidenciales eslovacas, ha dado la victoria al socialdemócrata –y amigo personal del húngaro Viktor Orbán– Peter Pellegrini, con el 53% de los votos. Queda truncado el intento del europeísta liberal Ivan Korcok de ejercer, desde la presidencia, un contrapeso al primer ministro, el prorruso Robert Fico, en una votación en que la participación alcanzó el 61%.
La estabilidad de la coalición gubernamental formada por los populistas de izquierda de Fico, socialdemócratas y ultranacionalistas, queda reforzada. «Hemos enviado la clara señal de que la coalición se mantiene estable», dijo Pellegrini de madrugada, tras publicarse un resultado a su favor más abultado del que se esperaba, casi un 70% más de votos que en la primera vuelta gracias a que se ha quedado con los votos de los candidatos nacionalistas eliminados.
El Gobierno de Fico, en el poder desde otoño, ha supuesto un giro radical en la política exterior de Eslovaquia, que ha dejado de suministrar armas a Ucrania y le ha culpado de provocar la guerra, abogando por una negociación con Rusia para poner fin al conflicto incluso sin garantías de integridad territorial.
Voto húngaro
En casa ha legislado la eliminación de la Fiscalía Especial Anticorrupción, medida interceptada en parte por el Constitucional, y normas de control de los medios de comunicación y las ONG, a las que priva de financiación internacional. A partir de ahora, contará en la presidencia con un apoyo a sus políticas.
Pellegrini ha intensificado su discurso sobre una «paz» en Ucrania para tratar de atraer a los votantes de Stefan Harabin, que quedó tercero hace dos semanas con su mensaje contra la OTAN y de neutralidad en política exterior. Es líder de Hlas (La Voz), el partido que forma Gobierno con Smer, de Robert Fico, y con el ultranacionalista SNS. Tanto Smer como Hlas han sido suspendidos del grupo de los socialdemócratas europeos por ese pacto con los ultras. Su carrera ganó impulso en 2014, hasta llegar a la presidencia del Parlamento. Una de las claves de su victoria ha sido movilizar a la principal minoría étnica del país, los húngaros, que suponen un 10% de la población y que apenas participaron en la primera vuelta, mientras que en esta segunda lo han hecho en masa, animados por Orbán desde Budapest.