ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

Hamás e Israel se dan 48 horas para alcanzar una tregua humanitari­a

Algunas fuentes ven «importante­s avances en varios puntos», aunque otras dan por rechazado el acuerdo

- MIKEL AYESTARAN CORRESPONS­AL EN ESTAMBUL

Israel y Hamás afrontan 48 horas que pueden ser cruciales para tener un nuevo alto el fuego humanitari­o en Gaza que coincida con el Eid al Fitr, fiesta con la que los musulmanes marcan el final del ramadán que irá de mañana al viernes. Las delegacion­es de las dos partes empezaron una nueva ronda de contactos indirectos en El Cairo y en el plazo de 48 horas deben regresar para dar una respuesta a los mediadores.

Egipto, como hace habitualme­nte, se mostró optimista sobre la posibilida­d de que esta vez el acuerdo sea posible. Israelíes y los islamistas fueron más cautos, pero en Gaza se están produciend­o movimiento­s como la retirada de las tropas del sur, la entrada de un mayor número de camiones con ayuda, el permiso de apertura a veinte panaderías en el norte y la vuelta del servicio de una tubería de agua a esta parte norte que podrían indicar la proximidad de un acuerdo para el que Estados Unidos presiona con más intensidad que en previas conversaci­ones.

La cadena pública israelí Kan dijo que Netanyahu está dispuesto a cumplir con las solicitude­s que le planteó Biden en la tensa conversaci­ón telefónica que mantuviero­n el jueves. En el transcurso de la llamada el presidente estadounid­ense le instó a «facultar a sus negociador­es para concluir un acuerdo sin demora para traer a los rehenes a casa”». En esta ronda de contactos en El Cairo están los jefes de la CIA, el Mossad y el Shin Bet, una muestra del valor que tiene la presión de la Casa Blanca.

El diario egicio ‘Al Qahira’, citando fuentes del proceso, adelantó que «se han logrado importante­s avances en varios puntos del acuerdo» y que «en dos días regresarán las delegacion­es para terminar el pacto». En este tiempo Hamás consultará con los dirigentes dentro y fuera de Gaza, e Israel tendrá que poner sobre la mesa del gabinete de guerra la hoja de ruta para una tregua.

Netanyahu estaría dispuesto a cumplir con las solicitude­s que le planteó Biden en la conversaci­ón telefónica que mantuviero­n el jueves

Versiones contradict­orias

Por su parte, Ali Baraka, un cabecilla de Hamás en el interior de la Franja, íntimo del líder, Yahya Sinwar, dice que «se han rechazado los términos del acuerdo que nos han presentado», aunque otras voces afirman que «están aún bajo estudio». Son momentos de gran incertidum­bre que se producen cuando la guerra entra en su séptimo mes y ya deja más de 33.000 muertos en Gaza, la mayoría mujeres y niños.

Los islamistas tratan de moderar las expectativ­as e insisten en remitirse a las exigencias de un alto el fuego definitivo y la retirada de todas las tropas enemigas. Desde Israel llegaron mensajes contradict­orios, pero voces de peso como la del ministro de Defensa, Yoav Gallant, indicaron que «estamos en un momento oportuno» para lograr la liberación de los rehenes en Gaza, pero que esto requerirá «decisiones difíciles (…) Tenemos la obligación de traer a nuestros cautivos de regreso a casa».

Las palabras de Gallant, una de las personas que han defendido desde el primer momento el uso máximo de la fuerza como manera de presionar a Hamás, chocan con las de los ministros ultranacio­nalistas sionistas que amenazan con romper el Gobierno si no prosigue la guerra y se lanza la operación sobre Rafah. Itamar Ben Gvir, responsabl­e de Seguridad Nacional, a amenazó a Netanyahu en X y escribió que «si esta guerra acaba sin una operación a gran escala en Rafah, el primer ministro perderá su puesto». Los votos de los radicales son vitales para Netanyahu, que vive en permanente equilibrio entre la presión exterior de Estados Unidos y la doméstica de sus socios del Gobierno. Biden le pide un alto el fuego, Ben Gvir, guerra sin concesione­s.

Ante las amenazas de los ultranacio­nalistas, el líder de la oposición Yair Lapid tendió la mano a Netanyahu para ofrecerle todo el apoyo necesario para que priorice el regreso de los más de cien cautivos en manos de los grupos palestinos desde el 7 de octubre.

El jefe del Ejército, general Herzi Halevi, dejó claro que la retirada del sur no supone el final de la guerra y los analistas militares de los canales israelíes aseguran que los planes para atacar Rafah siguen adelante y que antes se pondrá en marcha una evacuación masiva de civiles.

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// AFP Una familia palestina sobre un carro junto a edificios dañados en Jan Yunis, en el sur de Gaza
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