ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Fortaleza femenina en un hábitat hostil
Se espera que el nombramiento ayude a frenar la violencia que sufren las mujeres del país africano
El presidente de la República Democrática del Congo (RDC), Félix Tshisekedi, ha dado un golpe de efecto con el nombramiento de una mujer como nueva primera ministra: Judith Suminwa Tuluka (56 años), casada y con dos hijos. Tuluka era hasta la fecha coordinadora adjunta del Conseil de Veille Stratégique (CPVS), una estructura técnica que supervisa y evalúa la aplicación de los compromisos contraídos por el presidente de la RDC.
Perteneciente al Partido Unión por la Democracia y el Progreso Social, posee un diploma de posgrado en Trabajo en Países en Desarrollo y un máster en economía aplicada, ambos en la Universidad Libre de Bruselas.
Su nombramiento coincide con una subida de la tensión en el este del país, donde actúan a sus anchas un centenar de grupos guerrilleros desde hace años. La guerra para hacerse con las minas de la zona es la causa de la violencia sexual contra miles de mujeres. En la actualidad, se estima que hay más de siete millones de desplazados en la zona, según Naciones Unidas.
Altas expectativas
Las primeras palabras de Tuluka se han referido al conflicto: «Mis pensamientos están en el este del país y en todos los rincones que se enfrentan actualmente a conflictos frente a enemigos que a veces se esconden, pero a quienes encontraremos». Comprometida a trabajar por la paz y por el desarrollo de la RDC, ha afirmado: «La tarea es grande y los retos inmensos, pero, con el apoyo del presidente y de todos, lo conseguiremos».
La elección de la nueva jefa del Gobierno, que sustituye en el cargo a Jean-Michael Sama Lukonde, ha p r ovo c a d o diferentes reacciones entre analistas, activistas y periodistas del país.
Para Yvette Mushigo, abogada y activista congoleña y coordinadora de Sinergia de Mujeres por la Paz y Reconciliación (SPR) en Goma, «se trata, sin duda, de un paso adelante en la lucha por la participación de la mujer en el más alto nivel de la toma de decisiones. Sin embargo, mi temor es que este nombramiento se deba más a un capricho, a querer hacer historia, que a una elección estratégica».
Mushigo critica que se «ha permitido la aprobación de una ley electoral que no da a las mujeres ninguna oportunidad de inscribirse en las listas de los partidos políticos de forma ordenada, consciente ya de los retos a los que se enfrentan las mujeres ante el electorado congoleño, todavía condicionado por normas y prácticas discriminatorias y regalos para comprar votos [...] Además, en el sistema político congoleño el presidente dispone de todo el margen de maniobra, mientras que el primer ministro no disfruta realmente de poder».
Lwanga Kakule, periodista, señala que «esta elección es una señal fuerte y positiva por los derechos de las mujeres en la RDC. Es un guiño de nuestro presidente hacia las mujeres y ha tenido que pensarlo mucho antes de nombrarla [...] tiene muchos desafíos y esperamos que esté a la altura de su puesto. Lo que quiere la gente son hechos, y esperamos que su nombramiento ayude a resolver los graves problemas de violencia en el este del país». Nicole Ndongala, defensora de derechos humanos, explica que el nombramiento supone «un hito histórico y hay expectativas». «Tiene experiencia y que haya trabajado en el ámbito social [en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo] es siempre un plus». «Esperemos que la dejen trabajar con iniciativa propia por el bien del pueblo. Si solo va a seguir un guion, sería una pena».