Otros paisajes del sol naciente
Sendai, capital de Miyagi, se puede explorar todo Tohoku y comprobar cómo la vida vuelve al litoral que fue barrido por el tsunami. Buena prueba de ello es la reapertura del impresionante platillo volante que alberga el Museo del Manga en la cercana ciudad de Ishinomaki. Allí también se puede visitar la réplica del galeón San Juan Bautista, a bordo del cual viajó en 1613 a España la Embajada Keicho, la primera misión oficial japonesa a Europa.
Pero, sin duda, los mayores encantos de Tohoku se concentran en sus bellísimos parajes naturales, como las tres montañas sagradas de Dewa Sanzan y las islas de la ba- hía de Matsushima. Con sus santuarios sintoístas escondidos entre nebulosos bosques de cedros, el viajero podrá perderse en el tiempo caminando por los senderos de la isla de Kinkazhan o por el valle de Yagen, en la península de Shimokita.
Hermanados con el Camino de Santiago, al sur de Japón destacan también dos rutas de peregrinación milenarias que hoy atraen a numerosos visitantes: el Kumano Kodo en la península de Kii, que recorre tres lugares sagrados y fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 2004, y el Shikoku Henro, que conecta 88 templos budistas en la isla del mismo nombre, cuna de la corriente «shingon» alumbrada por el monje Kukai.
Este periplo por los confines del Japón más exótico y misterioso continúa hasta la isla de Kyushu, al suroeste del archipiélago y con un clima tropical que suaviza los inviernos. Con una primera escala en una gran ciudad histórica como Nagasaki, donde destacan su museo y parque de la bomba atómica y su catedral de Urakami, el viajero puede visitar luego el supervolcán del Monte Aso, en la prefectura de Kumamoto, o los senderos entre cedros con más de 2.000 años del bosque encantado de la isla de Yakushima, Patrimonio de la Humanidad.
Como en el resto del archipiélago, el terreno montañoso del suroeste de Japón es de origen volcánico y está plagado de aguas termales («onsen»), muchas de ellas al aire libre, en las que relajarse tras un intenso día de visitas. Para ello, nada mejor que una parada en la ciudad de Beppu, famosa por sus balnearios y posadas tradicionales.
MUCHOS TURISTAS SE QUEDAN EN EL TRIÁNGULO TOKI0, KIOTO, NARA, PERO HAY MUCHO MÁS POR DESCUBRIR