La cultura del trabajo
Lo industrial también puede ser hermoso, como demuestran estos edificios que nos recuerdan detalles de la historia reciente
veces se acusa a las construcciones industriales de «estropear» el paisaje, considerándolas carentes de belleza. Pero el patrimonio industrial es cada vez más apreciado. Y en España tenemos magníficos ejemplos de él, algunos de los cuales incluso forman parte del listado del Patrimonio Mundial de la Unesco. Las siguientes son sólo algunas de las huellas más interesantes que la industria y la minería han dejado en nuestro país.
ASalinas de interior
La mayoría de la producción de sal española se lleva a cabo en la costa, pero en el interior existen lugares donde la explotación de este recurso ha creado paisajes muy singulares. Los manantiales de agua salada del valle de Añana han sido explotados ininterrumpidamente –dicen– desde hace 6.500 años. Actualmente gran parte del valle está cubierto con un sistema de plataformas donde se deposita la sal y de canales por donde corre el agua. Su importancia es tal que es el único paisaje europeo declarado Patrimonio Agrícola Mundial por la FAO.
Del valle pasamos a la montaña. A la Montaña de Sal de Cardona, en el interior de la provincia de Barcelona. Un paisaje único que fue explotado entre 1929 y 1990 por la Mina Nieves, convertida hoy en día en un parque cultural que permite recorrer el interior de la montaña – a 86 metros de profundidad– y asombrarse con el colorido de las formaciones salinas.
Fábricas de armas en Asturias
A finales del siglo XVIII se decidió crear en Trubia, a las afueras de Oviedo, una de las principales fábricas de armas de España. Algunos años más tarde –ya en el XIX– se le sumaría la de La Vega, ubicada en un antiguo monasterio benedictino (siglo XII) de la capital asturiana. En torno a cada una de ellas se construyeron sus respectivas colonias obreras, escuelas de artes y oficios, un casino... La crisis les afectó gravemente: la de Trubia sigue teniendo actividad, pero la de La Vega se halla prácticamente abandonada, a la espera de un acuerdo entre el ayuntamiento y el Ministerio de Defensa sobre el uso de sus terrenos y edificios. No es sencillo visitarlas, pero merece la pena acercarse por lo imponente de sus edificios y el vago aroma de antigua industria que aún transmiten los alrededores.
Parque Minero de Almadén
Las minas de Almadén han producido una tercera parte de todo el mercurio utilizado por la humanidad a lo largo de toda la Historia. Ese dato, por sí mismo, ya impresiona.
ALMADÉN HA PRODUCIDO UN TERCIO DEL MERCURIO USADO POR LA HUMANIDAD
Pero más aún lo hace la visita a esta explotación, ya activa en tiempos del Imperio Romano. Cerrada en 2002 debido a los peligros que comporta el uso de mercurio, se ha transformado en atracción turística declarada Patrimonio de la Humanidad. En la visita, además del centro de interpretación, se recorren los talleres y los castilletes de la mina y se desciende hasta el primer nivel (50 metros de profundidad) del Pozo San Teodoro para conocer cómo se extraía el cinabrio, mineral del que se obtiene el mercurio.
Astilleros militares
Aunque se encuentren en extremos opuestos de España, las historias de la Ruta de la Construcción Naval de Ferrol y del Arsenal de Cartagena tienen mucho en común, ya que los grandes complejos navales de ambas fueron impulsados por Felipe V en la primera mitad del siglo XVIII. Eso dio pie a la cons-