Crucero boutique
El puerto de Southampton, Reino Unido, se engalanó para ser el escenario del bautizo del último crucero de Royal Caribbean Cruises Ltd. El nombre elegido: Azamar Pursuit, que puede traducirse como «En busca del Mar Azul». Para ser un trasatlántico, tiene un tamaño «manejable», ni demasiado grande, ni demasiado pequeño, lo que le permite entrar en puertos a los que los gigantes del mar no tienen acceso, y además ofrecer una mayor intimidad. Lo que unido a una elegante decoración convierten al Azamara Pursuit en un auténtico barco boutique elegante y glamuroso.
El Symphony of the Seas, el crucero más grande del mundo, también de Royal Caribbean, participa de otra filosofía, la de los grandes números. Tiene un aforo de 6.780 pasajeros, una tripulación de 2.100 perso- nas, una eslora (longitud) de 362 metros y una manga (anchura) de 65,6 m. Mientras que en el Azamara pueden hospedarse 694 pasajeros con 408 tripulantes, tiene una eslora de 180 metros y una manga de 26 m.
Una de las principales novedades del Azamara es lo que llaman «Inmersión en el destino», que se traduce en estancias más largas y más noches a bordo en los puertos de escala. Ninguna otra línea de crucero pasa tanto tiempo en puerto, permitiendo a los huéspedes una visita más completa de los destinos.
Además, la programación de actividades a bordo se personalizan al máximo con respecto a las escalas, con bebidas locales, películas relacionadas con la zona visitada, conferencias y mesas redondas sobre esos lugares... También se hacen coincidir los cruceros con la celebración de eventos como la Copa Mundial de la FIFA, el Grand Prix de Mónaco, el British Open...
Además del régimen de pensión completa, en el Azamara Pursuit están incluidas todas las bebidas, desde un agua mineral a licores, pasando por vinos y cervezas internacionales. Y lo que es más sorprendente, también las propinas a los camareros y mayordomos, aunque no harán ascos al crucerista que quiera recompensarlos por su eficaz y amable servicio.
También están comprendidos los traslados al centro de la ciudad en la mayoría de los puertos, y los servicios de lavandería self service, conserjería y reservas.
“INMERSIÓN EN EL DESTINO”: ESTANCIAS MÁS LARGAS Y MÁS NOCHES A BORDO EN LOS PUERTOS