Expresiones de fervor
La procesión de las Turbas y las tamboradas son dos símbolos de una semana llena de pasión
La solemnidad, el silencio y la devoción son los compañeros durante la celebración de la Semana Santa de Castilla-La Mancha. Una región que exhibe en cada una de las ciudades y pueblos bellos escenarios que resaltan el esplendor de las tallas, las imágenes de los santos y, a su lado, los cofrades, los costaleros, los capirotes, las capuchas, las mantillas, las capas, las velas y cirios, el incienso, los tambores, las cornetas y la música, con cantos de arraigo centenario y que solo se podrán volver a escuchar en estos lugares durante los días santos.
En la Semana Santa castellanomanchega hay tantas celebraciones que es difícil y resulta paradójico destacar cuál es la más importante. Entre las más multitudinarias y con mayor arraigo entre los turistas y visitantes es la Tamborada de Hellín, (declarada de Interés Turístico Internacional), al igual que la de Tobarra (Fiesta de Interés Turístico Nacional), designación que comparte con la sobria celebración que se vive en Albacete capital.
En la localidad de Tobarra, cuya tamborada se prolonga por más de 104 horas de redoble seguido, y que cuenta con la declaración de Bien Inmaterial de la Humanidad, al igual que la de Hellín, la celebración comienza el Miércoles Santo con la salida de cientos de niños a las calles y plazas de la localidad, anunciando así la continuación de los actos religiosos de la Semana Santa.
Si hay algo que llama la atención es la presencia de 32.000 tambores que llenan
LA RUTA DE LA PASIÓN CALATRAVA TRASCIENDE EL ÁMBITO RELIGIOSO
las calles de estas dos ciudades, cuyo tamborileros van vestidos con túnicas negras y de colores vistosos en el caso de los de Tobarra.
Cuenca: ‘turbos’ y música
La Semana Santa de Cuenca consigue atraer cada año a miles y miles de personas para contemplar la procesión de los ‘turbos’, que reúne a cerca de 2.200 personas en la llamada ‘Procesión del Calvario’ -también conocida como ‘Las Turbas’. El origen de esta celebración está relacionada con fiestas paganas, celebradas ancestralmente a lo largo del sistema ibérico con motivo de la llegada de la primavera, habiéndose adaptado a ritos religiosos y dando lugar a las procesiones.
Los ‘turbos’ se congregan desde primeras horas de la madrugada del Viernes Santo junto a la iglesia de El Salvador y en las calles aledañas al templo, haciendo sonar sus tambores y clarines en un espectáculo multicolor de sonidos y sentimientos que se prolonga hasta el encierro de la procesión en la misma parroquia.
En el marco de la Pasión se celebra la Semana de Música Religiosa, un evento que este año cumple 61 años y que ofrecerá 16 conciertos en diferentes escenarios de Cuenca y en la provincia, a cargo de destacadas figuras y grupos de España y de otros países.
Pueblos calatravos
En la provincia de Ciudad Real se celebra ‘La Pasión de Calatrava’, un acontecimiento plagado de emociones que aglutina a 50 hermandades y más de 20.000 cofrades, que atrae a más de 100.000 turistas cada año. En la Ruta Calatrava el público puede descubrir el colorido de los ‘Armaos’ en todo el Campo de Calatrava, con la escenificación del ‘Prendimiento’ en Aldea del Rey, las dianas y caracola de Moral, el ‘caracol’ y la ‘caída’ de Bolaños, la ‘sentencia’ de Granátula, el juego profano de Las Caras en Calzada, la procesión del Encuentro de Valenzuela, el Entierro de Cristo en Torralba y Miguelturra, las Mantillas en Almagro y la Resurrección en Pozuelo.
De la Ruta de la ‘Pasión Calatrava’ forman parte diez municipios: Aldea del Rey, Almagro, Bolaños de Calatrava, Calzada de Calatrava, Granátula de Calatrava, Miguelturra, Moral de Calatrava, Pozuelo de Calatrava, Torralba de Calatrava y Valenzuela de Calatrava.