Entrevista.
Poca gente conoce tan bien Gran Bretaña como el fotógrafo Martin Parr. Cronista de la vida cotidiana de su país desde los años setenta, ha retratado a las clases populares y a las élites con ojo crítico e irónico a partes iguales. Es lo que hace estos día
El fotógrafo británico Martin Parr, cronista de la vida cotidiana de su país desde los setenta y miembro de la agencia Magnum, despliega su ironía para hablarnos del brexit.
Pocos han influido tanto en la imagen que el mundo tiene de los británicos como Martin Parr, de 66 años. Con una mirada no siempre aduladora, pero sí muy auténtica, este fotógrafo de la agencia Magnum lleva décadas retratando a sus compatriotas. Sus imágenes de los primeros años ochenta, reflejando con ironía y sentido del humor el deterioro de la vida cotidiana de las clases trabajadoras británicas durante el gobierno de Margaret Thatcher, son todo un hito del fotoperiodismo. Alejado del perfil humanitario y documental de la mítica agencia, cuando Magnum consideraba su incorporación a su elenco de fotógrafos, el legendario Henri Cartier Bresson dijo que Parr procedía «de un sistema solar diferente». Nos recibe en su propio estudio, donde, antes de empezar, lanza una pregunta típicamente británica.
XL. Solo un poco de leche, gracias.
M.P. Ah, a la inglesa, muy bien. Eso es que se ha acostumbrado usted al lío que tenemos aquí. XL. ¿Se refiere al brexit?
M.P. ¿A qué si no? No te puedes desentender, todos los días pasa algo. Es imposible estar al tanto con tantos bandazos y giros. Ni siquiera sé si los políticos entienden lo que hacen. XL. Usted es especialista en conductas excéntricas. Y el brexit es enormemente excéntrico. ¿Lo vio venir?
M.P. La verdad es que no. Fue muy deprimente. Y no lo vi venir porque vivo en mi propia burbuja. Londres o Bristol, donde resido la mayor parte del tiempo, votaron a favor de la UE. Es fácil obviar lo que pasa en el resto del país, pero con el tiempo, el resultado, de alguna manera, llega a parecerte lógico. XL. ¿Por qué lo dice? M.P. Tenemos un sistema electoral en el que, por lo general, no importa lo que votes. El resultado se decide en unas pocas circunscripciones. Para muchos, el
brexit fue la ocasión perfecta de decirle por fin a la gente de Londres lo que piensan de ellos. XL. ¿Qué hay de típicamente británico en el brexit?
M.P. La arrogancia. Esa fe tan curiosa en lo importantes que volveremos a ser en cuanto hayamos salido de la UE. Aunque creo que, si se preguntara en Francia o en Italia, la respuesta sería la misma. En Alemania, obviamente, no. XL. ¿Y por qué no? M.P. Los alemanes son los reyes de Europa. La UE les ha salido rentable. XL. Ese es un argumento típico de los partidarios del brexit.
M.P. Bueno, pero es cierto.
XL. A veces, se oye que Alemania ha conseguido con la UE lo que no pudo conseguir en dos guerras mundiales.
"Una de las fuerzas motrices del 'brexit' es la nostalgia de tiempos pasados. No ven que a este país lo han salvado los emigrantes"
M.P. También se podría decir así, sí.
XL. ¿Lo diría usted así?
M.P. No, me parece reduccionista.
XL. En sus fotos de Inglaterra abundan las personas con sombreros divertidos, que toman el sol con calcetines y que cazan zorros. ¿Inglaterra es así de...?
M.P. Está usted haciendo un cliché de mis clichés. Yo hago fotografías de todo. Soy muy democrático en mi trabajo. En mis fotografías del Black Country de Birmingham verá muchos emigrantes. XL. ¿La pintoresca vida de provincias es el país que desean los partidarios del brexit? M.P. Una de las fuerzas motrices detrás del 'sí' fue la nostalgia de tiempos pasados. Muchos creen que hay que volver a aquello. No ven que a este país lo han salvado los emigrantes. Sin ellos, nos habríamos ido al garete hace tiempo. XL. A los británicos se les repite una y otra vez lo bien que les iría si Bruselas no lo controlara todo...
M.P. Resulta muy cómodo, ¿no cree? La UE es un chivo expiatorio perfecto, todo lo que no funciona en casa se lo reprochas a Bruselas. Por desgracia, ya no podremos hacerlo más.
XL. Los británicos ven sus fotos y dicen: «Las cosas deberían volver a ser así».