Humo
Han transcurrido casi 43 años desde el día que Franco dejó de respirar y, no obstante, Franco lleva copando todos los titulares de la semana en pleno año 2018. Otra vez. No seré yo el que se preocupe por el lugar que ocupen los despojos del dictador. No me importa lo más mínimo. No es asunto mío. Por mi edad, nunca lo ha sido. Lo que sí me preocupa y, 'francamente', me entristece, es la algarabía que ha producido el Gobierno alrededor de esta exhumación; que, a mi juicio, no es más que una colosal cortina de humo en la que ocultarse mientras esperan que otros temas deserten para no enfrentarlos. Tantos años después, tras muchos gobiernos y varias mayorías absolutas socialistas, Pedro Sánchez y sus socios salen a manifestar la extrema urgencia de trasladar los restos de Franco mediante un instrumento jurídico inadecuado y en un momento tan incoherente como la resaca de una moción de censura. ¿Esto es lo que pretendían censurar? ¿La urgencia social para
con los españoles era esta? Abrirán la tumba de Franco y se toparán con lo que buscan: polvo. Polvo que mezclado con el aire les servirá para seguir haciendo humo y no atender los verdaderos compromisos.