NIDO CASTIZO
El artista Not Vital, junto a su hermano arquitecto, actualizó una casa tradicional del valle suizo de la Engadina conservando elementos del XVII pero renovando la estructura con obra propia. El resultado es austero y moderno, una instalación habitable.
El artista Not Vital actualizó con obra propia, y con ayuda de su hermano arquitecto, una cabaña tradicional suiza.
Paneles DE PINO junto a BLOQUES escultóricos de acero y muebles
ALPINOS con arte contemporáneo. EL CONTRASTE de tradición y modernidad es FEROZ.
Escultor, pintor, diseñador de casas, comisario, explorador, genio del interiorismo y persona hiperactiva. Not Vital nació en Sent, Suiza, en 1948 pero vive y trabaja entre esta ciudad, Nueva York, Lucca (Italia), la Patagonia y la ciudad nigeriana de Agadez. Aunque su obra está profundamente ligada al valle suizo de la Engadina y a su paisaje, viaja continuamente alrededor del mundo. En las culturas ajenas encuentra la inspiración que después materializa en montañas de escayola, bolas de nieve de cristal, lunas esculpidas en enormes piezas de mármol o flores de loto de brillante acero. Tiene su refugio en Tschlin, el último pueblo al este de Suiza, en la frontera con Austria e Italia, un tranquilo lugar con apenas 400 habitantes en el que la vida rural todavía está muy presente. Junto a la torre de la iglesia y el cementerio, compró una típica construcción local de pastor del siglo XVII. En 1856, un gran incendio destruyó la aldea y parte de esta vivienda, que tuvo que ser reconstruida. Después, en 2003, se llevaron a cabo ciertas reformas para modernizarla y hacerla más cómoda, pero sigue conservando la austeridad y simplicidad de una casa de campo. El proyecto fue realizado por el arquitecto Duri Vital,hermano de Not, que se ha ganado una buena reputación rehabilitando de forma tan respetuosa como vanguardista las clásicas viviendas vecinas. Su impronta quedó patente en la cocina, el baño y uno de los dormitorios, creado a partir de un túnel de paneles de pino que desemboca en un balcón con vistas al valle alpino. El resto se mantuvo tal y como lo dejaron sus últimos moradores. Los muebles son pocos pero coloridos, policromados imitando el estilo italiano, muy típico en la zona. Los campesinos, durante los seis meses en que el campo estaba cubierto de nieve, llenaban las horas del día realizando exquisitos trabajos de artesanía en madera de pino, uno de los mayores recursos naturales de la región, que posteriormente pintaban con alegres ornamentos. La cuidada intervención consigue un inusitado equilibrio entre la arquitectura tradicional y el lenguaje contemporáneo que la conecta con nuestro tiempo. Nada más entrar ya hay ejemplos de ello: una fotografía y una escultura de escayola del bailarín y coreógrafo ruso Nijinsky, un retrato a tamaño natural del dueño y un reloj de cuco. Filósofo del hábitat e interventor del paisaje en su práctica artística, para Not las casas son un modo de entender la vida, un proyecto en sí mismo, casi esculturas. La suya lo es.
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