A toda PASTILLA
A finales de los 60, el diseñador Eero Aarnio se entregó como un poseso a descubrir las posibilidades formales de la fibra de vidrio, un material novedoso en la época. El finlandés tocó el cielo al comprobar que podía hacer de todo, y entre sus exitosos experimentos destaca la Pastil Chair (1967), con su forma confortable y vitamínica (será por eso que la llamó Pastilla ) plagiada hasta la saciedad. Hoy sigue tan vigente como entonces y sirve de inspiración a otros creadores, que la han versioneado en distintos acabados, incluso mullidas y con hechuras cocoon . De Pierre Paulin a los Bouroullec, estas butacas son las nuevas píldoras del diseño.
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