CRUZ Y ORTIZ
Sus proyectos son serios, respetuosos y ajenos a modas. Los arquitectos sevillanos ‘Cruz y Ortiz’ traspasan fronteras con su intervención en el ‘R ’.
Los Arquitectos del Año son serios, respetuosos y ajenos a modas. Los proyectos del dúo sevillano cruzan fronteras.
eñor, hoy me ha alegrado usted el día”, le espeta en perfecto inglés el encargado del ropero del Rijksmuseum de Ámsterdam al arquitecto Antonio Ortiz (Sevilla, 1947), con la misma admiración con la que un fan miraría a su actor favorito. Tanto él como su álter ego, Antonio Cruz (Sevilla, 1948), la otra rueda del tándem Cruz y Ortiz , se han convertido en poco menos que celebrities en los Países Bajos. No en vano, el propio rey Guillermo les ha ordenado Caballeros de la Real Orden del León Neerlandés por su trabajo en la remodelación de este museo, en la que han estado trabajando los últimos diez años . “Los arquitectos somos más conocidos por nuestro nombre que por nuestra cara, pero han hecho una serie de televisión sobre la obra en la que salimos tanto que la gente nos saluda por la calle”, cuenta sonrojado Ortiz. Lo cierto es que este proyecto no estuvo exento de polémica. Un pasadizo para peatones y ciclistas atraviesa el edificio original, construido a finales del XIX por Pierre Cuypers. Su primera propuesta pretendía modificar el transitado pasillo, lo que suscitó una fuerte oposición por parte de la ciudadanía. “Cuando intervienes algo tan emblemático como el Rijksmuseum tienes que saber en qué te metes, sobre todo con una sociedad extraordinariamente participativa como es la holandesa”, explica Cruz. “En todas las grandes pinacotecas nacionales la afluencia de público se ha incrementado de una manera exponencial. Ahora son necesarios servicios como la taquilla, los auditorios, la tienda o la cafetería, antes inexistentes”, continúa Ortiz. Lograron implementar todas esas infraestructuras desde un profundo respeto al diseño de Cuypers: recuperaron los patios, que habían sido cegados en el paso de los años con la superposición de sucesivas salas, y los comunicaron excavando el complicado suelo de Holanda para crear un imponente hall de entrada. “Sin las técnicas actuales hubiera sido imposible, aquí la capa freática está muy próxima. El esfuerzo ha merecido la pena. Al final, desde el último trabajador hasta el director están muy contentos con el resultado”, sentencia Cruz. Es la guinda de un contundente pastel al que aún le faltan muchos pisos por subir (entre ellos la remodelación de su Estadio Olímpico de La Peineta , que ahora se prepara para recibir a las hinchadas del Atlético de Madrid). Su trayectoria se caracteriza por la total ausencia de modelos preconcebidos; la filosofía del cada problema necesita una solución ha dado lugar a un ingente y variado currículum con gran vocación por lo público, donde la funcionalidad prima sobre cualquier floritura y donde ningún trazo es fruto del azar o el capricho. (continúa en la página 318)
“SIEMPRE PARTIMOS DEL DIÁLOGO Y DE LA DIFERENCIA DE OPINIONES ANTES DE EMPEZAR A MOVER LA TIERRA”. CRUZ Y ORTIZ
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