ARTESANO TECNO
CON SUS IMPRESORAS 3D, EL HOLANDÉS DIRK VANDER KOOIJ CONSIGUE DIBUJAR MUEBLES ÚNICOS A PARTIR DE PLÁSTICO DESECHADO. VISITAMOS SU NUEVO TALLER EN UNA ANTIGUA FÁBRICA AL NORTE DE ÁMSTERDAM.
D irk Vander Kooij, uno de los talentos más prometedores del diseño holandés, ha cambiado de territorio. Junto a sus tres empleados y a Siem, su perro labrador, se ha convertido en uno de los primeros residentes de Hembrugterrein, una antigua zona industrial reconvertida para acoger creativos en la ciudad de Zaandam, al norte de Ámsterdam. Su nuevo centro de operaciones está en el edificio que antes albergaba una fábrica de productos ópticos, rodeado de un área verde y a orillas del Canal del Mar del Norte. Allí ha instalado su taller, su showroom y su oficina. “Era exactamente lo que buscaba: mucho espacio, buenas vistas y naturaleza. Parecía hecho a medida para nuestras necesidades”, comenta Dirk. Hasta ahora, el diseñador tenía su estudio en una de las naves de la antigua fábrica de Philips de Eindhoven que otro niño mimado del diseño holandés, Piet Hein Eek, reconvirtió en lugares de trabajo y que alquila a nuevos creadores, entre ellos, Vander Koij. En 2010, se graduó con honores en la Design Academy >
Eindhoven con el proyecto Endless Serie , en el que adaptó dos viejas impresoras 3D para que pudieran dibujar grandes piezas de mobiliario. Empleando como materia prima el plástico recuperado de las puertas de unos frigoríficos, troceándolo y derritiéndolo, creó un hilo continuo que era expulsado a través de las boquillas de los brazos robóticos y con el que, capa a capa y de un solo trazo, los objetos iban tomando forma según un patrón predeterminado muy fácil de modificar y sin grandes costes de producción. Lo que le atrajo de estas máquinas tan obsoletas fue el carácter que aportaba su trazo imperfecto, que dejaba un acabado diferente en cada una de las creaciones, convirtiéndolas en únicas. Lo primero que produjo fue la silla Endless , que al ser presentada en el Salone de Milán atrajo inmediatamente la atención de la gurú del diseño Rossana Orlandi y decidió incluirla en su catálogo. Desde entonces, de sus autómatas han salido sillas, mesas, lámparas o jarrones. Todo fabricado con plástico reciclado. “Al reutilizar materiales puedes ver su historia en el nuevo producto”, afirma el tecnoartesano. Ahora, sin abandonar el plástico. Dirk también está trabajando con un símil de cristal y con madera, aunque no de una forma convencional. Él no lo es. www.dirkvanderkooij.com
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“Al reutilizar MATERIALES
puedes VER su historia en el nuevo PRODUCTO”
DIRK VANDER KOIJ