EL HOMBRE DEL FUTURO
EL ARQUITECTO MARCO ZANUSO NUNCA MIRABA ATRÁS. EXPERIMENTÓ CON MATERIALES, TECNOLOGÍA E IDEAS PARA CREAR MUEBLES ICÓNICOS, TELÉFONOS PRECURSORES Y EDIFICIOS EMBLEMÁTICOS QUE HOY SON HISTORIA. EL DISEÑO (ITALIANO) FUE ÉL.
H aber pasado la Segunda Guerra Mundial en un barco de la Marina Italiana no pasa desapercibido en ninguna biografía, aunque ésta sea tan extensa e intensa como la de Marco Zanuso (1916-2001). El italiano, uno de los arquitectos y diseñadores más importantes del siglo XX, empezó sin prisas, naciendo el quinto en una familia milanesa de seis hermanos, pero en seguida cogió carrerilla. El mismo día que se licenciaba en el Politécnico de Milán se ponía el uniforme de oficial del Ejército y se metía en una fragata militar. Estuvo allí más de cuatro años. “En la Universidad no nos habían enseñado prácticamente nada, y vivir en las tripas de una nave de guerra, tecnológicamente muy avanzada, me abrió los ojos a un mundo nuevo”, contó en una entrevista. Se refería al mundo de los futuristas, el de la industria, el de la innovación. En 1945, acabada la contienda, abrió su propio estudio, reconectó con los antiguos colegas de profesión y Pirelli llamó a su puerta para ofrecerle experimentar con un nuevo material, la gomaespuma, en una firma recién fundada por ellos, Arflex. Era el trabajo perfecto. Su curiosidad se puso en marcha, entró en contacto con los procesos de producción en serie, con la gran industria, y diseñó