AD (Spain)

LUGAR DE PASO

La anticuaria Carole Borraz y su familia viven en un piso parisino marcado por los toques de color y un ‘savoir faire’ relajado. Es un espacio mutante en el que los muebles de su galería hacen parada y fonda camino de un nuevo hogar.

- estilismo amaya de toledo texto itziar narro fotos bruno suet

Hay casas nómadas en las que todo cambia de lugar, los objetos se reinventan, las piezas cuentan historias y cada pequeño detalle está elegido con mucho mimo. Es el caso de la de Carole Borraz, la dueña de Galerie Salon, tienda de antigüedad­es y diseño escogido, donde vive con su marido Stéphane y sus dos hijas. Desde las ventanas de este pequeño apartament­o de apenas 65 m2 se ve la iglesia de Saint-sulpice, en Saint-germain-des-prés, París. Es una de las razones por las que hace más de 12 años que la familia vive aquí, a pesar de las estrechece­s. El piso cuenta con una pequeña cocina, dos dormitorio­s, una entrada, un pasillo y un salón-comedor. “Estamos muy atentos a que el ambiente no se vuelva irrespirab­le. Nunca añadimos un objeto sin haber quitado antes otro. Es necesario para que el ojo no se fatigue –nos cuenta Carole—. Al principio nos encontramo­s con una verdadera página en blanco. No había molduras ni chimeneas ni ningún elemento arquitectó­nico al que agarrarnos. Solo una sensación de buen rollo y de ligereza”. Los muebles entran y salen en una circulació­n fluida entre la galería y la casa. “La definiría como un lugar en constante transforma­ción, de mezcla libre, inspirado en nuestra mirada sobre el mundo —añade—. Buscábamos un espacio en el que sentirnos protegidos pero que tuviera al mismo tiempo un pie en el futuro, odio los sitios inamovible­s”. Solo hay un intocable: “La mesa de despacho de Charlotte Perriand es el faro del hogar, nuestra posesión más querida. Determinó toda la decoración posterior”, relata. El arte también tiene su importanci­a. Fotografía­s de Camille Vivier y esculturas de Emile Taugourdea­u se mezclan con retratos vintage y espejos de Gio Ponti en unas paredes pintadas a veces en tonos ocres (el salón) y otras con rayas de tonos brillantes, como en la entrada. “El arte es una de las cosas más importante­s de mi vida, pero no me gusta el marketing que le rodea. También aprecio la poesía cotidiana de la ciudad: la música que entra por la ventana, la naturaleza... Me gustan las cosas pero no me siento prisionera de ellas. Podría vivir en un hotel si en la habitación hubiese algo bello que observar”, concluye. Esta anticuaria confiesa que al frente de su galerie se siente más bien traficante de objetos. Si ésta se parece en algo a su hogar, alegre y entrañable, compramos.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ?? (ver carnet de direccione­s) ??
(ver carnet de direccione­s)

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain