“Con la IMPRESIÓN digital los papeles son demasiado perfectos, exactos, sin ALMA”.
Marthe armitage
estaban interesados en papeles impresos a mano, porque les parecían demasiado artesanales. No querían imprecisiones. Ahora se han dado cuenta de que con la impresión digital todo es demasiado perfecto, demasiado exacto, sin alma”. Armitage nos recibe en la casa de Chiswick con un frondoso jardín que su hijo proyectó para ella tras quedarse viuda, al oeste de Londres. Un par de portales calle abajo se encuentra su taller: una pequeña habitación repleta de rollos y pigmentos en la que, ya bisabuela, continúa trabajando con la ayuda de su hija y de la imprenta litográfica de más de un siglo de antigüedad que compró de segunda mano en los 60. Con ella ha elaborado también Summer afternoon, el estampado que ha creado para su reciente colaboración con la firma de fragancias Jo Malone (la colección, que incluye una vela, jabones, aceite de baño y este papel para forrar cajones, se pone a la venta este mes), bautizado así en honor a Henry James, quien consideraba estas dos palabras las más bellas de la lengua inglesa. “Quise capturar la tarde de verano perfecta. El jardín tenía que parecer vivo; añadí niños jugando al croquet, un jardinero observando la escena, zorros, estatuas, abejas... Y, por supuesto, las plantas: tomateras, peras, rosas, grosellas...”, explica Marthe. El proceso es laborioso: primero pinta el motivo, después lo traza y lo talla en un gran bloque de linóleo, y finalmente lo entinta e imprime. “Aprendí mi oficio mucho antes de que existieran los ordenadores y me gusta la tradición”, dice reivindicando la magia de la mesa de dibujo. “El mundo –resume– necesita desesperadamente más arte”. www.jomalone.com
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