“De los GRANDES NOMBRES del muralismo, el 80% son europeos y diría que el 70, ESPAÑOLES”.
nuria mora
galerías (también crean otros objetos como alfombras, cerámicas, telas o esculturas) y realizan enormes fachadas de edificios por todo el mundo. España les une, bien porque son de aquí o bien porque han vivido y/o trabajado en nuestro país. Los nueve se conocen y han pintado juntos (“Somos familia”, afirma Remed) pero, sin embargo, sus musas son dispares: la música, el folklore, el mundo antiguo y las disciplinas arcaicas, la biología, el ser humano, los movimientos sociales, los patrones textiles, la sección de necrológicas, Matisse, Dalí o Tapiès. Y hablan de libertad, de política, de la naturaleza, del capitalismo, de la identidad, de sí mismos. “Antes me preocupaba plasmar ideas como la ecología y el impacto del hombre sobre la tierra. Pero no me gusta posicionarme políticamente y dar lecciones a la gente –asegura Louis L. (3ttman)–. Desde que vivo en Tenerife, donde la vegetación está tan presente, prefiero rendir tributo a su belleza y llegar a un arte más contempla-
tivo. Creo que es la mejor forma de militar por la paz y la armonía, aunque suene muy hippy”. “Si con mi obra puedo aportar un poco de alegría, cariño o sorpresa a un día cualquiera en la vida de alguien sería muy bonito”, dice Mina Hamada desde Barcelona, que colabora con Zosen desde 2011. Todos coinciden en que hay una representación destacada de nuestro país en la escena internacional. “Somos referentes”, declara Nano4814, y Nuria Mora le apoya: “De los grandes nombres, el 80% son europeos y diría que el 70, españoles”. También denuncian que el muralismo está bastante infravalorado por las instituciones. “Aunque ahora hay un interés mayor en el street art nacional”, apunta Remed. Menos mal. Y es que las multinacionales se han dado cuenta de su potencial (artístico y comunicativo) y lo patrocinan cada vez más. Un ejemplo: Okuda acaba de customizar un escritorio para la editora Roche Bobois. “Es una evolución lógica dado lo trendy que se ha vuelto… A ver si con esto se empieza a pagar mejor a los creadores”, prosigue Louis. “Ninguno nos imaginábamos que se convertiría en un instrumento de poder, al servicio del mercado del arte y los organismos. Nosotros somos, a mi pesar, también responsables de este cambio”, continúa Nuria. “Todavía falta un poco para que la gente se dé cuenta realmente del potencial que hay aquí”, se queja Sixe Paredes. Pero Okuda sentencia: “Creo que estamos en un momento de expansión y crecimiento, llenos de energía”. Parece que sí, porque la obra de algunos se ha visto en lugares como la Tate Modern de Londres y desde hace unos años se multiplican los festivales y citas de arte urbano. Mientras tanto, ellos seguirán trabajando con la improvisación, el azar, los sitios y la gente del barrio, como dice Zosen. O, como lo hace Eltono: “Pintando no sobre el edificio, sino con él”. n