Las artes de un seductor son a la italiana, pintados a e impresos de forma
Livio de simone sentó las bases del look capri en los 60 y 70 con sus estampados pintados a mano y su personalidad arrolladora. atractivos y coloridos, dejaron huella en moda y decoración.
E s como hacer pizzas en el horno de casa y llevarlas a un restaurante porque todo el mundo las quiere”. Con este símil tan napolitano, Livio de Simone explicaba el éxito rotundo de las telas que dibujaba a mano e imprimía de forma igualmente artesanal. Sus estampados osados y de colores chispeantes, diferentes y poco convencionales, sedujeron en los 60 y 70 a los ricos y famosos que atracaban sus yates en Capri, para vestirse ellos en modo vacacional, con extravagantes túnicas y caftanes, y para vestir a juego sus villas con tapicerías, cerámicas o cortinas. Livio, hijo de una familia acomodada que esperaba que se hiciera cargo de las posesiones familiares tras estudiar Derecho, siempre había sido un enamorado de la isla y del Mediterráneo. El mar embravecido era su visión favorita y ambos inspiraron toda su producción. En su juventud tonteó con el arte concreto pero su inclinación natural a socializar con el gran mundo y su afición por las cosas bellas pronto le llevaron a crear tejidos con “tutti i colori possibili”, como decía. Azules oceánicos, verdes jugosos, rosas encendidos o amarillos solares, en diseños geométricos exultantes que hablaban de entusiasmo y alegría de vivir. Una suerte de batiks a la italiana, a medio camino entre lo artístico e industrial, que se fabricaban a mano en Campania sobre mesas de 20 metros de largo con elementos tan simples como pinceles o esponjas. Las irregularidades, en vez de ser evitadas, eran buscadas: los 30 metros de producción diaria eran algo único. De Simone, un bello ejemplar de personalidad arrolladora, además de ser uno de los nombres que ayudó a sentar las bases del famoso Made in Italy, fue un pionero en lanzar una línea exclusivamente Home a finales de los 60. Hoy, con su hija Benedetta como directora creativa, la firma conoce un nuevo esplendor y sus algodones impregnados de energía vuelven a imprimirse como en los 50, a mano y con amor.
n
batiks
brochazos artesanal.