Radar REVOLUCIÓN FRANCESA
Con de autor maridadas Piezas extremas de Houselife, Es la propuesta de antigüedades rococó. Artes Decorativas en el Museo de un exposición el diseño. otra forma de ver Burdeos que sugiere MARGALEJO TEXTO: ISABEL
Enel hôtel de Lalande ha estallado una segunda revolución. Más de 200 años después de aquella que le costó la cabeza a su dueño a manos de los descamisados, ha llegado una horda de modernos a agitar las estancias palaciegas. Fue una idea de Constance Rubini, directora del Musée des Arts Décoratifs de Burdeos, cuya sede se halla en este edificio aristocrático. Se trataba de mostrar parte de la colección de diseño que atesora el Centre National des Arts Plastiques, organismo estatal francés, en un contexto doméstico y diferente. “La muestra de artes decorativas ya estaba organizada recreando los salones del XVIII y pensamos que, aprovechando eso, podríamos mezclar las piezas contemporáneas entre ellas creando un diálogo interesante en vez de mostrarlas en un pedestal”, explica Rubini. En la exposición Houselife, consolas rococó de pan de oro y boisseries barrocas conviven con 35o obras de Maarten Baas, Marcel Wanders, Eero Aarnio, Martine Bedin o Jurgen Bey. No hay enfrentamientos, solo armonía, tanto que, a veces, cuesta descubrirlas, como en el caso de unas cerámicas de Hayón camufladas entre porcelanas de Sèvres. Pero la cosa no ha quedado allí, Rubini y la comisaria Juliette Pollet propusieron trasladar a una casa moderna parte de la muestra. Hélène Lemoine, propietaria de Maison Lemoine proyectada por un joven Rem Koolhaas, dijo sí y ha vaciado sus salones para mostrar en ellos durante tres meses muebles o jarrones a su altura que solo se pueden atisbar con cita previa. Créanlo, la ocasión lo merece. Houselife, Musée des Arts Décoratifs et du Design de Burdeos hasta el 29 de enero de 2017. www.madd-bordeaux.fr