BOHEMIA RURAL
Las esculturas de Marie Christophe descansan en un edificio de piedra en el sur de Francia.
Retuerce finísimos hilos de hierro para dar forma a elefantes, langostas, bicicletas o lámparas, que luego, a veces, embellece con perlas de cerámica o pequeños cristales. Las esculturas de Marie Christophe, asidua colaboradora de Hermès, Dior, Roger Vivier o el interiorista Jean-louis Deniot, son delicadas, juguetonas y sofisticadas. Hace cuatro años se instaló en el sur de Francia con su marido, el diseñador Emmanuel Fenasse, y sus dos hijos, más concretamente en Gers, una zona agrícola al oeste de Toulouse, donde viven en una villa del XVIII típica de la región. “Tras 25 años en París, Emmanuel no podía más. Yo acepté mudarnos pero puse como condición sol y buen tiempo. Aquí todo es bonito, parece la Toscana y el paisaje es de postal”, comienza ella. Después de mucho buscar, encontraron esta casa de campo francesa y bourgeois de 500 metros cuadrados, con vigas de madera, contraventanas descoloridas, suelos de terracota y la planta tradicional en dos alturas con un pasillo distribuidor en cada una. Y casi 14 hectáreas de jardín salvaje donde cedros, rosales, cerezos, tilos, madreselvas, glicinias y lilas crecen a sus anchas. “Nuestro requisito fundamental era el espacio: mucho terreno para tener perros y gallinas y ningún vecino”. Más que hacer reforma se trató de modernizarla pues conservaron el plano original. Cocina, ventanas y radiadores nuevos y una mano de pintura: un pasillo esmeralda que le hiciera recordar sus vacaciones en Tánger, un dormitorio azul cielo “porque la luz es muy agradable” y el salón rosa porque así era cuando llegó y le gustó la idea. Aquí también tiene su atelier, abajo, con las zonas comunes, mientras que arriba se despliegan cinco habitaciones y cuatro baños. Trajeron los muebles de diseño que tenían en la capital, casi todos de Knoll (“Los padres de Emmanuel vendían esta marca en Argelia en los años 60, por eso tenemos tantos”), y los mezclaron con vintage y piezas más rústicas y ligeras compradas ad hoc: materiales naturales, artesanía de España y Portugal, souvenirs de sus viajes por Marruecos, Vietnam o la India y mucha cerámica. “Es la unión de nuestra anterior vida y la nueva, quiero rodearme de recuerdos. Prefiero los mercadillos al design y me encanta la materia y su sensualidad, lo trabajado con las manos”, concluye Marie. ¿Por qué será? www.mariechristophe.com