Es de una AUSTERIDAD artesanal, TOSCA pero sofisticada, que eleva el RECICLAJE al nivel lujo.
El taller de sillas a medida que su familia regentaba desde hacía cinco generaciones fue su sala de juegos. A la muerte de su madre, él asumió la dirección con solo 19 años. “Hice mi primer taburete con seis y desde entonces nunca he dejado de construir cabañas –comienza el decorador belga Lionel Jadot–. Hoy realizo proyectos que son mezcla de arquitectura pura, interiorismo, diseño y escenografía. Acabo de terminar el hotel Jam en Bruselas, un nuevo restaurante en París, Rural, unas caballerizas y una bodega de vinos ecológicos para el Château Castigno en el Sur de Francia”. Hace poco ha finalizado esta casa, una segunda residencia para un asesor financiero belga y sus cuatro hijos en el exclusivo barrio de Knightsbridge, al oeste de Londres. Es un edificio tradicional de 1870 que tuvo que reformar por completo, “sobre todo la circulación y el suministro de luz”. El dueño explica el proceso: “Lionel es un viejo amigo, así que de manera natural me dirigí a él. Ha sido un intercambio de ideas largo y permanente entre los dos. Pero hemos formado un buen equipo, porque ninguno hemos impuesto nada al otro. Le pedí una decoración a mi imagen y semejanza, es decir, diferente, no muy clásica, fresca y sobre todo práctica”. Son 300 m2 distribuidos en salón, sala de televisión, cocina-comedor, piscina, hammam, despacho, cinco dormitorios y cuatro baños. Jadot solo conservó dos techos originales, el del comedor y el de la estancia para ver la tele; todo el resto se rediseñó, pero con materiales recuperados, en especial madera, con la que tiene una larga historia de amor. Todo es antiguo: las puertas, una boiserie, los tablones para el mobiliario y la tarima proveniente de América Latina. El resultado