Álvaro Catalán de Ocón y Cervezas Alhambra es el dúo del que ha nacido un arty e inesperado terrazo.
Álvaro Catalán de Ocón inventa para Cervezas Alhambra un nuevo material en el que ha integrado sus botellas de cristal. Con él ha tallado un mensaje que invita a tomarse la vida con calma.
Quisimos hacer un homenaje a Shiro Kuramata, que en los años 80 inventó un terrazzo veneciano icónico del Grupo Memphis con trocitos de vidrio entre los de mármol”, así arranca Álvaro Catalán de Ocón en la presentación en su estudio de Carabanchel de su colaboración con Cervezas Alhambra. El diseñador madrileño, junto con su equipo, ha desarrollado un terrazo de nuevo cuño que lleva insertas botellas de cerveza. “Las mandamos arenar en la Real Fábrica de Cristales de La Granja y las rellenamos de mineral y resina. Al ir cortando los bloques se van viendo diferentes secciones de las mismas”. A partir de él, Catalán de Ocón ha esculpido una tipografía tridimensional que ha sido presentada este mes de junio en la calle Fuencarral de la capital en forma de instalación, cuyo mensaje: Para. Mira. Toca (que apela a la filosofía artesanal y al slow life) solo era visible al posicionarse el espectador en un tótem-mirador de dos metros de altura. Aunque se trataba de un happening temporal, la idea es buscarle un lugar permanente. “Lo más difícil ha sido que la base del proyecto se tratara de un texto. Es muy diferente de lo que solemos hacer, que son objetos en los que trabajamos con la materialidad”, explica. Anteriormente fueron el también diseñador Martín Azúa y la artista Raquel Rodrigo quienes crearon sendas intervenciones dentro de la plataforma de creación contemporánea crear/sin/prisa auspiciada por la marca cervecera. www.cervezasalhambra.es