VILLA KOGAN
El arquitecto brasileño Marcio Kogan ha convertido una cotizada urbanización de Madrid en un remanso de paz ajeno al tráfico. Una oda al racionalismo carioca.
Durante años, los planos luchaban por captar su atención con la misma intensidad que las bobinas de Super 8. “El desastre de mi película Fire and Passion (1988) hizo que me centrara en la arquitectura”, cuenta con una sonrisa el brasileño Marcio Kogan. Antes había experimentado con cortometrajes realizados junto al también arquitecto Isay Weinfeld que exploraban la interacción de sus personajes con el escenario. “Se ha convertido en una dinámica de trabajo para mi estudio MK27. Proyectamos cada obra como un largometraje y cada habitación como una escena”, continúa. Así alumbraron el residencial Caledonian Somosaguas, una comunidad de 21 viviendas a pocos kilómetros de Madrid. “Propusimos un formato modular y escalable, una especie de village donde los vehículos están vetados”, explica Kogan. El resultado es un conjunto compuesto por cuatro modelos básicos, que van desde un chalet de una planta a otro de dos niveles con cinco dormitorios y 200 m2. Todos configurables ad hoc y equipados con alta gama (Warendorf, Neolith, Daikin o Bang & Olufsen). Tanto los jardines públicos como los patios privados han sido diseñados con un marcado acento carioca y especies autóctonas. “Las vistas son muy importantes, hemos cuidado mucho el juego entre el interior y el exterior y, por supuesto, la luz”. Positivismo tropical sin salir de Madrid. mk27.com; caledonian.es