LAS COSAS 77m2 CLARAS apartamento
Gabriel Escámez ha detenido el tiempo en su de Cubelles, un canto de amor al mar, a lo vernáculo y a lo esencial. Materiales y sofisticados con fondo blanco. texto: isabel margalejo
s Mediterráneo del de siempre, en estado puro. El de Dalí, el de Plá, el de Serrat, el de los llaguts, el de los pueblos blancos, el de las nasas de pescadores, el de las cadiras de mimbre y las espardenyas. El de las playas de familia antes de que las invadiera el turismo y los edificios de apartamentos. Y el de Gabriel Escámez, cabeza de Cobalto Studio, una agencia de dirección de arte e interiorismo, que desde pequeño ha veraneado en Cubelles, en la costa, a una hora escasa de Barcelona, y donde ha terminado comprándose este apartamento de 77 m2. “Es un bloque de finales de los 60, con un deje costero italiano –explica–. Me encantó ver el entramado de los ladrillos a modo de celosía racionalista entre los cuales sentí que el tiempo se sostenía en un verano eterno”. El espacio, anticuado y muy compartimentado, se derribó por completo para partir de un lienzo en blanco. “Buscaba una planta abierta en la que la luz cambiante fuese dibujando volúmenes, enmarcando las piezas de mobiliario a lo largo de todo el día, siempre respetando el contexto. Diría que el fondo es arquitectura vernacular mediterránea un poco racionalizada. Con Álvaro Barrón, arquitecto del estudio, fuimos desarrollando un lenguaje con el que me sentía cómodo: blanco, volumétrico, materiales naturales con bue-