HERMOSA Y FLORIDA
El Mark Colle vive en el centro de Amberes en un edificio de los años 30. Un dúplex con espacios diáfanos y paredes revestidas de madera. En él da cobijo a todas sus pasiones: la música, las plantas y las realización: chiara dal canto
Zonas diáfanas, madera y plantas por doquier. Visitamos el dúplex del florista Mark Colle en Amberes.
JARDÍN INTERIOR. La vegetación dibujada a mano en telas o papeles cubre las paredes. William Morris o Josef Frank son un hit. FIBRA SENSIBLE: Bambú, cáñamo o coco en cómodas, armarios y hasta cortinas. HUELLA ÉTNICA. Alfombras de Perú, Argentina o Marruecos con dibujos folk. BAJO LAS SÁBANAS. Ropa de cama de lino y algodón 100%, mejor en colores claros y bordadas a mano.
GEOMETRÍA ONÍRICA. Prismas de todo tipo y diferentes colores para alfombras y moquetas en diseños caleidoscópicos. Y MÍRATE. El espejo envejecido es siempre un sí. En biombos, paredes, techos, cabeceros... ENTRAR EN CALOR. Naturales o sintéticas, las mantas de pelo ganan territorio a las colchas. VALOR SEGURO. El oro nunca se devalúa. En latón, chapa o bronce además de ser muy glamuroso también es terriblemente irreverente y juguetón.
MODERNOS AÑOS 30. Las lacas y la marquetería regresan para darle un punto arty a todo lo que tocan. HORA DEL PASTEL. Los empolvados componen espacios color block propios de Dimore Studio o de Wes Anderson. A MEDIA LUZ. Dorados y blancos para lámparas indirectas. Equilibradas, sutiles y, por ello, terriblemente atractivas. CEÑIDOS. Cintas, cuerdas, borlas, flecos... La pasamanería vive su edad de oro.
DE MUSEO. Grabados de paisajes o estudios de aves y plantas del XIX en color o blanco y negro protagonizan papeles y murales. MUEBLE MINIMAL. El mobiliario no eclipsa a las paredes. Piezas austeras, sutiles y depuradas con vocación de atemporalidad. GAMA FRÍA. Convertido el dormitorio en un lienzo de tonos neutros, añade azulones, verdes y granates. PESOS PESADOS. Mármoles, granito, cuarzo, cristal o hierro llegan a la alcoba.
AVES DEL PARAÍSO. Los papeles y telas representan románticas vegetaciones plagadas de aves, que afortunadamente no cantan y dejan dormir. EN BRUTO. Troncos o maderas sin pulir. No hay nada más único que lo agreste y natural. VIEJOS OFICIOS. Cestería, alfombras, cortinas, lanas tejidas. Lo hecho a mano es el lujo del siglo XXI. BUEN LECHO. Si a principios del XX perduraban los colchones de lana, ahora se tejen con crin de caballo, alpaca o cachemir y se forran de linos, sedas y algodones 100%.