ROMPER MOLDES (Y MARCOS) En su taller de Londres la artista Ángela de la Cruz nos descubre sus obras postpunk.
La flamante Premio Nacional de Artes Plásticas 2017, la gallega Ángela de la Cruz, trabaja en Londres desde hace 30 años rodeada de sus esculturas pictóricas. Su obra destroyer y post-punk habla sobre la vulnerabilidad del siglo XXI.
Recibí una llamada del Secretario del Ministerio de Cultura y creía que alguien me estaba gastando una broma”, nos cuenta Ángela de la Cruz en su estudio en Londres después de ganar el Premio Nacional de Artes Plásticas 2017, mientras prepara nuevas exposiciones en varios centros, entre ellos el Azkuna Zentroa de Bilbao. “Supone un reconocimiento en mi país, mi madre está encantada —confiesa entre risas—. Internacionalmente mi obra ya era bien valorada (es la única española nominada al Premio Turner), pero no en España”. Nacida en A Coruña en 1965, llegó a Londres con 22 años para estudiar en el Chelsea College of Arts, después en el Goldsmiths’ College y, por último, en el Slade School of Fine Art. Conoció a su marido y allí se quedó. De la Cruz
ha mamado de la escena del post-punk británico de los 80, de la música electrónica y del hip hop. Su obra muestra esa radicalidad destroyer. El momento de inflexión en su carrera llegó con un acto de rebeldía: romper el bastidor del lienzo sacando el cuadro de la pared. Era 1996 y la obra se llamaba Homeless. “Descubrí que tenía un lenguaje propio que he seguido desarrollando. Son pinturas escultóricas y esculturas pictóricas que surgen de una acción”. Su trabajo examina el lenguaje de estas dos disciplinas, retando las normas establecidas y poniendo a prueba los límites entre ambos medios. En 2005 sufrió un derrame cerebral que le impidió crear durante cuatro años y le dejó en una silla de ruedas, pero por suerte la lucidez de sus ideas sigue teniendo salida gracias a los colaboradores que ejecutan sus instrucciones. Aunque su motivación no es política Ángela se siente afectada por lo que ocurre en el mundo y se informa de la actualidad a través de los periódi-
“Mis últimos trabajos hablan sobre vulnerabilidad la en la que vivimos. Cada vez que salimos a expuestos”. la calle estamos ÁNGELA DE LA CRUZ
cos. “Recibir el premio en un momento en el que el gobierno reacciona al conflicto en Cataluña de manera vergonzosa resulta irónico. A mí me hubiera gustado que se abriera un diálogo. Viviendo en un país como Gran Bretaña, donde la incertidumbre sobre lo que va a pasar con el Brexit o la intolerancia de la extrema derecha cada vez es más evidente, me preocupa mucho. El mundo está fatal, entre esto y Donald Trump, a ver dónde acabamos. Me encanta Londres, ha definido mi carrera, pero no quiero ser ciudadana británica. Mi pareja, Gerry, es irlandés, la única británica en la familia es mi hija Angelita Lola”. A De la Cruz le interesa especialmente la historia y le quita el sueño el futuro del planeta. “Precisamente pinto para reflejar esa vulnerabilidad en la que vivimos. Estoy trabajando en una nueva serie de cuadros abiertos, a través de los cuales pasa el aire, y con ello busco reflejar la sensación de estar expuestos, de que cada vez que salimos a la calle puede pasar cualquier cosa. Da miedo, es un peligro que se aloja en el subconsciente”. La obra de De la Cruz se podrá ver en la galería ‘Bombon Projects’ de Barcelona (desde el 22 de marzo).