ARTE PARA LEER
Dora García trabaja con las palabras, las películas y las performances para hablar de la realidad frente a lo real o del papel del espectador. El Reina Sofía expone ahora su obra conceptual, compleja y poética.
Dora García expone en el Reina Sofía su obra conceptual en la que se atreve a explorar lo inexplorable.
El universo de James Joyce y el del psicoanalista Jacques Lacan están en el centro de las obras de la vallisoletana Dora García (1965), una de esas artistas conceptuales difíciles de entender dispuestas a explorar lo inexplorable, a “meter la cabeza en lo oscuro”, dice. A Dora, que ha vivido en Ámsterdam y durante muchos años en Bruselas, le gusta que los espectadores formen parte de su obra, la confusión entre el que ve y el que crea, la relación entre el arte y la locura, la realidad y lo real, y piensa que la ficción es la mejor forma posible de entender el presente y desfragmentarlo. “Dar una respuesta es lo peor que te pueda pasar como artista”, asegura ella. Dejémosla pues contestar sin responder, como sus vídeos, como sus performances, como sus obras digitales, que representaron a España en la Bienal de Venecia de 2011, y que han desplegado cuestiones en decenas de museos de todo el mundo. La entrevistamos en el Macba, donde comparte colectiva, en Barcelona, la ciudad en la que lleva residiendo los últimos años, para hablar de su próximo reto.
Su exposición en el Reina Sofía esta primavera la sitúa en el núcleo duro de los reclamos artísticos de la capital. “Hace tres años que estoy preparando esta muestra y me han dejado hacer lo que yo quería. No es una retrospectiva ni una midcareer. Son 30 piezas divididas entre películas, performances y textos, que he llamado Segunda vez. Quería ahondar en la idea de repetición, de justicia poética, de algo en conflicto que se intenta resolver en el objeto”, nos cuenta. La palabra escrita y Joyce están en la base de su trayectoria. “Todo el mundo trabaja con lo que le gusta hacer, que en mi caso es leer. Como mucha gente, conocí la obra de Joyce en la adolescencia pero hasta 2013 no conseguí captar del todo el Ulises”. Dora trabaja con la percepción y con el público. “Me gusta esta cosa democrática de que nadie tiene todas las llaves, ni siquiera el autor, sino que es el espectador el que completa el trabajo”, asegura. Y le interesa el psicoanálisis: “La realidad es lo real traducido por el lenguaje, aunque siempre hay una parte que no se puede contar. Lo real se le escapa también al arte. Lo real es Trump, algo que estaba allí y que no veíamos porque éramos incapaces de verbalizarlo, pero que en el momento en el que menos lo pensábamos, saltó. Un agujero inmenso que intentamos entender”, concluye. Segunda vez. Del 18 de abril al 3 de septiembre en el Reina Sofía. www.museoreinasofia.es
“En una obra ni siquiera el autor tiene todas las llaves. Es el espectador el que la completa”. dora garcía