CRISTAL OSCURO

Una antigua granja en los Paises Bajos se abre a la naturaleza de la mano de un diseñador de moda.

Nos enamoramos de ella tal y como era. Vimos que tenía mucho carácter e intentamos rodearla de colores y materiales naturales”, explica Derek Van Heurck sobre su refugio de vacaciones en la pequeña localidad de Cadzand, en la provincia de Zelanda de los Países Bajos. Hace siete años que su padre, fundador de la marca de moda belga Bellerose, de la que Van Heurck es director creativo, adquirió una enorme granja junto al mar con un terreno en el que se incluían varias construcciones, entre ellas, esta que había pertenecido a uno de los trabajadores de la parcela y que ahora el diseñador utiliza para desconectar. “Suelo ir casi todos los fines de semana del verano. Está apenas a una hora de Bruselas y no tiene nada alrededor: solo campo y naturaleza”, nos cuenta. La casa, erigida tras la II Guerra Mundial, es un perfecto ejemplo de la arquitectura de la corriente abstracta De Stijl que su nuevo dueño, con la ayuda de la arquitecta danesa Maartje Lammers, se encargó de remodelar sin perderle el respeto en ningún momento. “Tratamos de mantenerla por fuera exactamente como estaba, a excepción de la cocina, mi habitación favorita, en la que añadimos grandes ventanales que se pueden abrir completamente y con los que creamos el efecto de conexión con el exterior”, explica Derek. En su interior, distribuido en dos pisos, sí que hubo modificaciones, creando en sus 120 m2 un salóncomedor, cocina, dos habitaciones y dos baños y procurando tirar la menor cantidad de paredes posible. “En uno de los dormitorios de arriba, uno de los lavabos se colocó dentro de la habitación porque en el baño, que era demasiado pequeño, no entraba. No lo queríamos modificar y creo que queda muy gracioso”, recuerda. En cuanto a los materiales, se preservaron las puertas originales de madera, que decidieron pintar en negro brillante, y el resto se eligieron basándose en el estilo de las colecciones y las tiendas de la marca que Van Heurck lidera: con juego de contrastes entre elementos en bruto y más refinados. “Por ejemplo, en los suelos instalamos piedra al natural junto a tablas de wengué o terrazo y en los techos hicimos algo parecido con madera de caoba, muy brillante, que choca con las paredes pintadas en tonos verdes, basados en el exterior”. Para los muebles, siguió la misma premisa de mix & match, con pequeñas joyas vintage de los 50 a los 70 adquiridas, sobre todo, en Morentz, una selecta tienda a cuyo dueño le une una amistad. “Para mí lo más importante es que hemos conseguido crear algo acogedor, pero encajado perfectamente en la naturaleza”, concluye. bellerose.be