FAMILIA FELIZ Del orientalismo a los 70 pasando por la taxidermia. Una vivienda-museo de objetos con personalidad.
Orientalismo, fauna y flora, años 70, textiles selectos... El piso de esta pareja de creativos y sus dos hijos en Barcelona es toda una oda al amor por los objetos con personalidad.
Asimple vista no parece una casa demasiado familiar. En ella conviven cientos de objetos, muchos de ellos frágiles, que no encajarían con la presencia de dos niños en edad escolar: taxidermias, piezas de la decoración de restaurantes chinos, lámparas de cristal de Murano, cuadros de petit point... “Nunca nos han roto nada. Creo que como han nacido en medio de todo eso entienden que las cosas no se tocan o se tiran”, cuenta Juanjo Barrantes, que hace nueve años se mudó a este piso de L’eixample con su familia. Barrantes, que regenta su propia firma de interiorismo y diseño, Estudio Murray, y su pareja, la diseñadora Marisa Torres, vieron en estos 120 m2 el refugio ideal, con el encanto que da la baldosa hidráulica o las molduras típicas de los edificios modernistas, para dar rienda suelta a su amor por los objetos. “Es un escaparate donde mostrar nuestras debilidades y ofrecerlas a los demás. Nos apasiona ir a la caza por brocantes sin una idea o necesidad y puede que por eso encontremos tantos tesoros”, señala. Lograron que fuese cómoda y útil, también es su almacén y taller, y hasta que evolucionara según crecían sus pequeños: “Por ejemplo, donde antes había un parquecito de juegos, ahora hay una mesa de Willy Rizzo”, nos explica entre risas. Los textiles, una de sus inspiraciones junto a la fauna y la flora, cobran importancia en el salón, en el que han entelado una pared, y son el nexo en común de todas las estancias, además de permitir jugar con el color gracias a las paredes neutras. “Renovamos todo constantemente. Parte del mobiliario y la decoración varía en función del uso que le damos, algunas piezas van a parar a proyectos y estamos preparando una e-shop, Casa Murray, para vender otras porque tenemos más de las que necesitamos”. Así, pósters sesenteros con toques pop se mezclan sin pudor con un pez vela disecado del mismo color que unos jarrones de Aldo Londi, lámparas de porcelana de Manises o creaciones de su estudio, como las brutalistas lamparas Concreto. Igual que en el mítico (y algo kistch) plato chino cuyo nombre podría definirles, Familia Feliz, objetos tremendamente dispares conviven aquí en perfecta armonía. Quizá el secreto se deba a algo en común: el amor que sus dueños profesan hacia ellos. www.estudiomurray.com