Doble vida
Roman Alonso y Steven Johanknecht, aka Commune, viven en un par de torres modernistas en L.A. donde la Bauhaus se encuentra con el midcentury.
En dos torres modernistas de Los Ángeles, los fundadores del estudio Commune mezclan sus creaciones con la Bauhaus o el midcentury en sus respectivos miniapartamentos.
Cuando Roman Alonso y Steven Johanknecht, los interioristas y diseñadores de Commune Design, llegaron a Los Ángeles en 1998 y 2002, respectivamente, la ciudad todavía estaba sacudiéndose su perfil industrial. Esto fue antes de que muchas galerías de arte neoyorquinas y europeas decidieran abrir aquí, de que las mejores marcas de moda comenzaran a hacer ostentosas fiestas en modernos almacenes y de que estudios de arquitectos internacionales como Renzo Piano, Peter Zumthor o Herzog & de Meuron se instalaran en la urbe definitivamente. En las últimas dos décadas, Los Ángeles ha emergido como centro genuino de la cultura global, y Alonso y Johanknecht tienen mucha culpa: han sido agitadores principales en esta metamorfosis, embajadores de los nuevos talentos locales y responsables de un estilo californiano cool, bohemio y chic. Prueba de ello es su trabajo para la cadena Ace Hotels y otros grupos, su amplia gama de incursiones en el diseño de lámparas o sus colaboraciones con artistas como los escultores
102 m2 LOS ÁNGELES
Alma Allen, Adam Silverman y Stan Bitters. Pero mientras sus proyectos y encargos evocan imágenes sofisticadas en playas y bungalows, sorprende saber que ambos han elegido un par de apartamentos de 1966 en unas torres contiguas en Los Feliz. Están cerca del Griffith Park, un extenso país de las maravillas naturales con escarpados senderos de montaña, áreas desérticas y famosas atracciones como el Observatorio Griffith, el Greek Theatre y el mítico cartel de Hollywood. “Básicamente, vivo en un piso con portero en un parque –dice Alonso sobre sus 78 m2 con un solo dormitorio–. Miro la naturaleza todos los días, y estoy literalmente en ella. Y no me tengo que preocupar por mantener una casa entera, soy demasiado vago para eso”. Johanknecht añade, sobre los beneficios de algo reducido: “Viví durante 12 años en una acogedora casa de campo de estilo Tudor, pero quería un experiencia diferente. Me gusta estar en lo alto, te da una relación distinta con el paisaje”, explica describiendo las vistas panorámicas a la sierra de San Gabriel y al skyline de la ciudad desde el balcón de su piso de dos dormitorios y 102 m2 con terraza incluida. Es tentador imaginarlos gritándose el uno al otro a través del patio mientras tienden la ropa. Pero la realidad no es tan absurda. Sus vidas se entrecruzaron desde el momento en que se conocieron trabajando en Barneys en Nueva York, y sus guaridas cuentan su fértil relación mediante objetos del pasado, diseños propios, obras de arte y curiosidades con historias de cada uno. En la de Alonso la decoración es caleidoscópica: una mesa y sillas de comedor con sabor años 50 creadas por su amigo Michael Boyd, mesas y esculturas de
Alma Allen, alfombras indias de la mansión del legendario Tony Duquette, un sofá de Commune para George Smith, lámparas propias editadas por Remains, una gran cantidad de fotos en blanco y negro y arte cubano (Alonso nació y creció en Caracas, Venezuela, de padres cubanos) y cortinas locas de Adam Pogue. “Le di una colección de telas que había comprado hacía tiempo y le pedí que diseñara algo que parecieran vidrieras. Lo que se le ocurrió fue increíble”, dice Alonso. El mundo de Johanknecht, a su vez, gira en torno a un dormitorio en un morado saturado, una daybed rodeada de libros y una pintura de un naufragio en Long Island con marco dorado regalo de su abuela.“Es todo lo que me gusta”, afirma de la obra. “Quería que la decoración se sintiera considerada y trabajada pero no quisquillosa o excesivamente diseñada. En un apartamento modernista, la Bauhaus se encuentra con el midcentury, todo bañado por la luz y los tonos de esta ciudad”, agrega. Cuando se les pregunta por su criterio a la hora de elegir piezas, materiales, muebles y colores, Alonso es claro: “Siempre encontramos un lugar para las cosas bonitas. Si las amamos, funcionarán”. COMMUNEDESIGN.COM
“El movimiento craft californiano siempre ha influido nuestro trabajo”. ROMAN ALONSO