Una ducha con antiguas VENTANAS o un cabecero con un cajón EMBALAJE. de Quintana Partners le echa imaginación.
fue como encontrar el coche clásico de tus sueños abandonado en un antiguo garaje”, arranca Benito Escat sobre la reforma de este clásico palacete del XIX en el centro de Mahón. Él y su socio en Quintana Partners, Pol Castells, ayudaron a una pareja de franceses con cuatro hijos a encontrar su casa de verano en la isla. “El estado del edificio no era muy bueno pero se podían rescatar muchos de los elementos”. La planta baja y la primera planta eran las zonas nobles, donde se recibía y vivía la familia. “Por eso, encontramos baldosas hidráulicas hechas a mano, frescos en techos y paredes y maderas de roble. La segunda estaba destinada al servicio y almacenamiento y los materiales de construcción son más pobres. En el altillo se guardaban también muebles y, sobre todo, comida y es muy rural”, continúa Pol. En total 520 m2 de donde han salido salón, comedor, bar, cocina, office y cinco dormitorios y siete baños. En reformas realizadas en los 80 se habían cambiado algunos suelos y reformado los aseos, así que el conjunto no tenía encanto y se aplicaron a dárselo, algo en lo que son especialistas, poniendo nuevos suelos de baldosa en el mismo espíritu de las existentes, sacando a la luz la piedra y los artesonados de origen y diseñando unos cuartos de baño a medida llenos de sabor que parecen llevar allí toda la vida. “Somos unos apasionados de los clásicos british y hemos adaptado esta estética con soluciones imaginativas como hacer una mampara de ducha con ventanas antiguas o colocar una puerta pintada a mano del XIX procedente de un palacio francés. Tras la obra, decoraron con su habitual mezcla de muebles de mercadillo y piezas a medida (“Los clientes no querían ningún tapizado que no fuera nuevo”). “Hemos querido crear espacios frescos, coloridos y cómodos, al fin y al cabo es una casa familiar para vacaciones”, rematan. QUINTANAPARTNERS.COM