Ideología de género: comienza la verdadera batalla
▼ La Iglesia y las principales entidades profamilia se han puesto manos a la obra para responder a las nuevas leyes LGTBI desde criterios comunes. Ante la escasa respuesta social en España, piden «explicar bien cómo la ideología de género nos concierne a
Los obispos españoles han dejado clara su oposición a las leyes autonómicas que oficializan la ideología de género, pero faltaba descender sobre el terreno y concretar en respuestas concretas en ámbitos como la educación o la atención sanitaria. En ello han empezado a trabajar diversas organizaciones de la Iglesia y otras de la sociedad civil pero de inspiración católica. Simultáneamente, las diócesis se preguntan cómo acompañar mejor a las personas homosexuales.
Once comunidades autónomas han aprobado leyes que, bajo la pretensión de acabar con la discriminación contra homosexuales, lesbianas, transexuales, bisexuales e intersexuales, trasladan a la vida social los postulados de la ideología de género. Los obispos no han dejado de alertar sobre ello, especialmente en los últimos meses. Sin embargo, la respuesta de la sociedad ha sido más bien tibia.
Ignacio García-Juliá, elegido en noviembre presidente del Foro Español de la Familia (FEF), está convencido de que «somos mayoría los que no estamos de acuerdo con estas leyes. Pero no se tiene muy claro cómo articular dicha mayoría». Reconoce, además, que el actual Gobierno del PP «ha tenido un efecto muy desmovilizador» en la misma sociedad civil que salió a la calle de forma masiva contra el matrimonio homosexual, Educación para la Ciudadanía o la reforma de la ley del aborto, iniciativas todas del PSOE. «Mucha gente, de buena fe, se sentía protegida. Pero eso ya ha pasado a la historia», afirma.
La tramitación en el Congreso de una proposición de ley LGTBI nacional parece que ha precipitado el momento de pasar a la acción. A mediados de enero, la Subcomisión de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española convocó a las principales entidades que trabajan en la defensa de la familia, entre ellas CONCAPA y el Foro Español de la Familia. García-Juliá explica que se trató de una primera toma de contacto. Habrá más encuentros. También Escuelas Católicas se ha reunido con los obispos para «ir en la misma línea que ellos», añade su secretario general, José María Alvira.
Acción descentralizada
En el Foro, son partidarios de que de estos encuentros salgan «unas directrices compartidas, pero que se ejecuten de forma descentralizada». Es decir, que cada entidad, así como los colegios, los padres, los medios de comunicación, los expertos en distintas materias… «trabajen en esa dirección con las herramientas que tengan a su alcance».
Tras la reunión de enero, el FEF, CONCAPA, Educación y Persona, España Educa en Libertad, +Vida y RedMadre plasmaron en un primer documento algunas propuestas: trabajar desde las ciencias implicadas –neurología y psicología–, no plantear la cuestión como un enfrentamiento ideológico, y difundir la belleza del amor y la sexualidad humanos.
El documento dedica bastante atención a las entidades vinculadas a la organización secreta el Yunque, algunas de las cuales estuvieron en la reunión. Recuerda que en el pasado sus prácticas y estrategias, basadas en el engaño, «quebraron la unidad» del movimiento provida y profamilia.
García-Juliá conoce de primera mano los «grandes disgustos» a los que ha dado lugar esta situación. Considera «discutibles éticamente estrategias ad hominem como el au-
tobús contra la presidenta de la Comunidad de Madrid en relación con el aborto. Nosotros intentamos ser siempre respetuosos». Con todo, tiene la impresión de que «se están dando cuenta de que su forma de actuar no lleva a ningún sitio a largo plazo».
Dar publicidad a las leyes
De cara a la ingente labor que se les presenta, la prioridad para el presidente del Foro es «hacer mucha pedagogía». En primer lugar, para distinguir entre sentimientos y personas homosexuales, merecedores de todo respeto, y actos homosexuales, «que son libres y pueden ser juzgados moralmente». Por otro lado, «nos tenemos que convertir en los mejores publicistas del contenido de las nuevas leyes, para hacer ver a la gente cómo les conciernen» en ámbitos como la sanidad, la educación, las Fuerzas Armadas, la Policía, la empresa privada…
«Sabemos que es como para un tsunami con las manos. Pero, ¿y qué? Lo que no voy a hacer va a ser dejarme llevar por el agua. Nuestra obligación es levantar la voz para defender la realidad y la verdad».
Castilla-La Mancha ha estrenado este curso una asignatura que incluye postulados de la ideología de género