Los últimos 30 cristianos de Mogadiscio
▼ «Viven ocultos por miedo a las represalias de los fundamentalistas islámicos». «Algunos han sido asesinados por los hijos de sus hijos». A pesar de todo, los cristianos de Mogadiscio (Somalia) «conservan su fe como el regalo más precioso que se les ha h
Somalia ocupa el tercer puesto en la Lista Mundial de Persecución de la organización Puertas Abiertas, que mide el nivel de persecución religiosa en el mundo. «La situación general de la persecución en Somalia revela que hay un fuerte deseo en la sociedad de erradicar el cristianismo del país, rayando la limpieza étnica», asegura en su informe Puertas Abiertas.
A pesar de los intentos de exterminio, en Mogadiscio –capital del país– todavía quedan 30 cristianos, todos ancianos, que «viven ocultos por miedo a las represalias de los fundamentalistas islámicos», explica la agencia Fides. En clandestinidad, «conservan su fe como el regalo más precioso que se les ha hecho».
Con ellos ha logrado contactar recientemente un sacerdote europeo. Se trata de Stefano Tollu, capellán militar de Italia, que se encuentra en Somalia dando asistencia espiritual a los soldados italianos que participan en la misión de formación y adiestramiento financiada por la UE.
El encuentro entre el cura y la pequeña comunidad cristiana de la ciudad africana fue breve, revela Fides, para no llamar demasiado la atención, pero tremendamente intenso y cargado de significado humano y espiritual. «Tuve la oportunidad de conocer a Moisés [nombre ficticio]. Muchos lo consideran el portavoz de los católicos somalíes. Me aseguró que su comunidad está en vías de extinción», cuenta el padre Tollu, misionero salesiano y ahora integrado en el Ordinariato Militar de Italia.
Los cristianos somalíes no solo se encuentran en el punto de mira del grupo terrorista Al Qaeda y su filial local Al-Shabaab, también son uno de los objetivos del Estado Islámico –que en los últimos meses se ha establecido en la zona de Puntlandia– e incluso son atacados por los miembros de sus propias familias. «Los niños nacidos en los años 90 se han vuelto intolerantes y no comprenden que sus mayores profesen el cristianismo». Así se lo aseguró Moisés al capellán militar. «Por eso los ancianos huyen, se alejan de sus hijos y nietos. Algunos han sido asesinados por los hijos de sus hijos. La violencia está en las mismas casas». El padre Tollu le prometió a Moisés que «recordaría en la Santa Misa» a todos los muertos.
La violencia está haciendo mella en el número de miembros de la comunidad, lo que no ha menguado es la fe de los cristianos de Mogadiscio. Y eso, a pesar de no contar con la asistencia espiritual de ningún cura. «No hay condiciones de seguridad para que un sacerdote pueda llevar a cabo su servicio pastoral en Mogadiscio», concluye el capellán castrense.