Los congoleños de Madrid protestan contra Kabila
La comunidad congoleña en Madrid realizó el sábado, apoyada por la comisión diocesana Justicia y Paz y la Delegación de Migraciones, una concentración en la Puerta del Sol para reivindicar elecciones libres y pacíficas en la República Democrática del Congo.
«No queremos un Gobierno dictador que oprime nuestras libertades», explica a Alfa y Omega el congoleño Modesto Munimi, sacerdote de la capellanía africana de la diócesis. «Es la primera vez que nos reunimos en la calle para manifestarnos y estamos muy contentos del apoyo de la Iglesia en Madrid y de varios misioneros que han trabajado en África y en nuestro país», añade.
Munimi explica que el motivo principal de la concentración ha sido la represión de las dos marchas pacíficas que el Comité de Laicos de su país organizó en diciembre y enero pasados, en las que hubo varios muertos. «El pueblo ya no tiene miedo para salir y pelear por sus derechos y pedir libertades. Eso es lo que nos ha motivado a los que estamos lejos», cuenta.
La concentración del sábado exigía el respeto de los llamados Acuerdos de San Silvestre, por los que el presidente Kabila se comprometió a finales de 2016, ante los miembros de la oposición política y los obispos congoleños, a convocar elecciones libres y a no presentarse por tercera vez, tal como impide la Constitución del país. También se comprometió a liberar a los presos políticos y a respetar el derecho a la libertad de expresión, «pero nada se ha hecho de todo esto. Kabila se ha burlado de todos nosotros y de los obispos. Por eso nos hemos reunido los congoleños en Madrid, para reivindicar lo básico. Estamos ante un régimen dictador que no respeta los derechos humanos y que sigue sin organizar unas elecciones que debería haber convocado hace ya dos años».
Además de estas demandas, los organizadores de la concentración, entre los que se encuentra Modesto, piden a la Unión Europea, «socio histórico e imprescindible de la República Democrática del Congo», que intervenga para «exigir al presidente Kabila el respeto incondicional de los Acuerdos de San Silvestre y poner fin a los asesinatos, a las represiones y a los arrestos de defensores de derechos humanos y de organizadores de las marchas pacíficas».