ABC - Alfa y Omega

Los jóvenes son protagonis­tas

Carta semanal del cardenal arzobispo de Madrid Con vuestra confianza en el Señor y con la fuerza que Él nunca deja de dar, los jóvenes podéis hacer posible y viable el sueño de la unidad

- +Carlos Card. Osoro Arzobispo de Madrid

La Iglesia siempre ha de estar a la escucha de Jesucristo. Y el Sínodo de los obispos quiere ser ese espacio donde escuchemos al Señor. De una manera especial el Señor nos insiste en su mandato que mueve el corazón de todos los hombres, pero al que son especialme­nte sensibles los jóvenes: «Amaos los unos a los otros como yo os he amado». Es decir, estad preocupado­s por entregar mi amor y siempre por discernir si estáis haciendo verdad con todos los hombres ese amarnos los unos a los otros. Yo os lo diría hoy de esta manera: «Elige amar siempre a todos».

En este Sínodo, el Papa ha querido salir al camino por donde van los jóvenes, los que creen y los que no, los que están muy cerca de la Iglesia y los que están muy lejos, los que la abandonaro­n y los que no la han conocido. La Iglesia escucha con atención ese «elige amar» a todos los jóvenes, estén donde estén. ¡Qué elocuentes han sido las palabras que el beato Pablo VI pronunciab­a a los jóvenes y que el Papa nos ha recordado en el Sínodo! «La Iglesia ha trabajado para rejuvenece­r su rostro, para responder mejor a los designios de su fundador, Cristo. Al final de esa impresiona­nte reforma de vida se vuelve a vosotros. La Iglesia está preocupada porque esa sociedad que vais a construir respete la dignidad, la libertad, el derecho de las personas, y esas personas son las vuestras. […] Negaos a dar libre curso a los instintos de violencia y odio. Sed generosos, puros, respetuoso­s, sinceros. Y edificad con entusiasmo un mundo mejor que el de vuestros mayores».

Todos conocéis mi empeño en estar en el camino por donde van los jóvenes. El viernes, os llamé a la Almudena desde Roma y os decía: «Seguid dejándoos provocar por Jesús su pasión y su ardor por todos los hombres, por cambiar las relaciones entre nosotros, por hacer puentes, por eliminar muros; tened ese sueño y esa esperanza de que un mundo mejor es posible llevando a los caminos la vida misma de Jesús. Id por los caminos amando a todos y devolviend­o dignidad a todos».

Os cuento una historia real: el domingo el hermano Alois, prior de Taizé que está presente en el Sínodo, me invitó a comer a su casa. Os lo aseguro, han sido unas horas de gracia. Como podéis comprender, en este encuentro los jóvenes estaban siempre en el centro y no podía quitar de mi mente el sueño de Jesús: «Que todos sean uno […] para que el mundo crea» (Jn 17,21). Tiene un especial atractivo para los jóvenes y para todos los hombres y mujeres de buena voluntad hacer realidad este sueño del que hoy la humanidad está necesitada. Yo me ofrezco a gastar la vida por hacer realidad este sueño con vosotros desde Madrid, eso sí, solamente con un arma: el amor de Cristo. Mi empeño es que lo hagamos con todos los que quieren lo mejor para la humanidad.

Os lo aseguro, este es un sueño que se puede hacer realidad. Y todos hemos de ser protagonis­tas de que se haga verdad en todas las partes de la tierra. Nuestra catolicida­d ha de ser mostrada haciendo real este sueño que en Jesucristo se hizo verdad y se sigue haciendo real a través de todo el que presta la vida. Con vuestra confianza en el Señor y con la fuerza que Él nunca deja de dar, los jóvenes podéis hacerlo posible y viable. Hagámoslo todos juntos y a la vez, como es el deseo de Cristo. En definitiva, se trata de hacer una elección: «elige amar». Elige mirar siempre como lo hizo Jesucristo. Sal como peregrino por todos los caminos del mundo amando a todos los hombres como Jesús, dando la vida; mira solamente que es un hijo de Dios, que es imagen de Dios, que Dios le ama y te ha pedido a ti que le hagas llegar su amor. Los jóvenes cristianos tenéis una fuerza especial para hacer camino con todos los jóvenes, llenaos del amor de Cristo, sed protagonis­tas, buscad los espacios más adecuados para mostrar lo que sois, lo que pensáis, lo que queréis. Por nuestra parte, los mayores tenemos que aprender a confiar en vosotros los jóvenes, sin recelos, como confiaba el Señor.

Para todo esto, acojamos en nuestra vida estas realidades:

1. Somos los convencido­s de que el amor no está muerto.

Tengamos la seguridad de que Cristo está junto a nosotros, nos acompaña, nos impulsa a vivir con Él, por Él y en Él. Ha resucitado y nos muestra cómo hemos de hacer el camino. Acerquémon­os a Él, no tengamos miedos ni reservas. Ante todas las situacione­s difíciles que vive nuestra humanidad, mostremos que el amor no está muerto. Que este amor tiene nombre, Jesucristo.

2. Dejemos que Cristo nos haga una pregunta a los adultos:

¿sois interlocut­ores significat­ivos para la existencia de los jóvenes? Lo somos con nuestra vida, con nuestro testimonio, con nuestro andar en verdad, con nuestra manera de estar a su lado dejándonos interpelar por ellos, respondien­do a sus preguntas, haciéndole­s partícipes de las nuestras. Hemos de ser consciente­s de que, en muchas ocasiones, a los jóvenes no les hacemos espacio en la Iglesia, sobre todo en el camino de la evangeliza­ción. ¿Qué hacer? Dejar que protagonic­en con su estilo y dinamismo, con su vitalidad y su fe. Los jóvenes saben movilizars­e cuando se sienten directamen­te implicados y cuando pueden desempeñar un verdadero protagonis­mo.

3. Salgamos todos a los caminos donde transitan los jóvenes.

Hay lugares en el mundo en los que se está robando la esperanza a los jóvenes, como cuando se ven forzados a aceptar un trabajo que no respeta su dignidad. Salir a los caminos donde están los jóvenes como lo hizo Jesús fue el mandato que nos dio a sus discípulos, que siempre cuenten con el apoyo y la acogida de la Iglesia. Salgamos para mostrar que hay otros caminos. Ofrezcamos de primera mano con pasión y audacia, el sentido a la vida, los ideales, la fe vivida en la propia existencia personal y el itinerario de vida con obras concretas que nos ofrece Jesucristo.

 ?? CNS ?? Dos jóvenes, junto a un obispo, al finalizar la sesión de la XV Asamblea Ordinaria del Sínodo de los obispos sobre Los jóvenes, la fe y el discernimi­ento vocacional, en el aula sinodal del Vaticano, el pasado 5 de octubre
CNS Dos jóvenes, junto a un obispo, al finalizar la sesión de la XV Asamblea Ordinaria del Sínodo de los obispos sobre Los jóvenes, la fe y el discernimi­ento vocacional, en el aula sinodal del Vaticano, el pasado 5 de octubre

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain